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Los plásticos en modo reutilización
Cuando nos hablan de economía circular, enseguida pensamos en el reciclaje. Si bien el reciclaje es uno de los pilares para lograr un consumo más sobrio en recursos, este se sitúa, en la jerarquía de acciones prioritarias, por debajo de la prevención y la reutilización. Sustituir el uso único por la reutilización es un desafío multifacético en el que los plásticos tienen muchas cualidades para destacar.
Los plásticos en modo reutilización
Los plásticos en modo reutilización

Envases: no todos son desechables

En el punto de mira desde hace algunos años, los envases de un solo uso han visto su imagen a menudo injustamente perjudicada, especialmente los de plástico. Si bien es cierto que, a nivel mundial, la gestión de los residuos de envases de plástico, e incluso de los residuos en general, sigue siendo un importante desafío medioambiental y económico, estos mismos envases desempeñan un papel crucial en la protección de los productos, la adecuada conservación de los alimentos y la seguridad de los consumidores. Gracias a sus propiedades de barrera contra las bacterias, el oxígeno e incluso los rayos ultravioleta o la humedad, los materiales plásticos son los que mejor preservan y protegen los alimentos frente a la degradación, y durante más tiempo (véase el artículo sobre envases). Esto conduce a menos desperdicio y a una seguridad alimentaria optimizada. Otra ventaja sin igual de los plásticos es su peso muy ligero, que ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al transporte de productos. Además, salvo raras excepciones, reemplazar envases de plástico de un solo uso por alternativas hechas de otros materiales no siempre es la solución ideal...

Fotografía: banco de imágenes

Gracias a sus propiedades de barrera, los envases de plástico son los mejores para conservar alimentos durante mucho tiempo y evitar en gran medida el desperdicio alimentario.

El cambio pasa más bien por incorporar la reutilización, que al igual que el reciclaje, está en auge. Muchas marcas muestran interés en ello, especialmente en Europa, donde estos enfoques están siendo fuertemente impulsados por legislaciones nacionales aisladas a la espera de que la Comisión Europea lo contemple en su futuro reglamento sobre envases y residuos de envases. A pesar de su aparente simplicidad, esta revolución en nuestra cesta de la compra implica tanto un cambio en nuestros hábitos de consumo como una transformación tecnológica radical, aunque silenciosa. Una vez más, los plásticos tienen importantes ventajas que ofrecer.

Con la reutilización, los envases nos arropan de nuevo

La reutilización de un envase responde a una definición más o menos parecida según los diferentes países. Como su nombre indica, implica prolongar la vida útil de los envases volviéndolos a llenar. Esto puede ser realizado directamente por el consumidor, ya sea en el lugar de venta con productos a granel o en casa mediante sistemas de recarga.


Otra opción es que la empresa los recargue en sus centros de producción. Algunos países, como Francia, hacen una distinción entre reempleo y reutilización. El primero implica que los productos (envases u otros) se utilicen nuevamente para el mismo propósito para el cual fueron creados, sin haber sido considerados previamente como residuos.

Fotografía: banco de imágenes

Not todos los envases de plástico son de un solo uso, ¡ni mucho menos! Con la creciente popularidad de la venta a granel, se adaptan perfectamente al uso doméstico

Un ejemplo emblemático es el caso de SodaStream, que ha desarrollado una máquina que permite producir bebidas gaseosas en casa utilizando un cartucho de CO2. La marca ofrece diferentes tipos de botellas, principalmente de PET, el mismo material que se utiliza en sus homólogas de un solo uso. Además de ser perfectamente reciclable y reciclado, el PET de las botellas presenta la ventaja adicional de ser apto para lavavajillas. El lavado es, de hecho, un elemento clave en cualquier sistema reutilización, ya sea en el hogar, en la tienda o en una instalación industrial. Reempleable, lavable a una temperatura suficientemente alta para garantizar un rellenado seguro para el consumidor y, en última instancia, reciclable, la botella de SodaStream de PET satisface todos los requisitos de un buen producto.

Fotografía: banco de imágenes

Popularizadas por la marca Soda Stream, las botellas reutilizables ganan protagonismo año tras año.

 

Un desafío que no siempre es fácil de superar para los candidatos a la reutilización, sin contar con el hecho de que, como es el consumidor quien la rellena en su hogar, se reduce prácticamente a cero la huella de carbono asociada a la logística necesaria para su recarga.

La reutilización, por el contrario, implica que los productos han sido desechados antes de encontrar una segunda vida en una aplicación diferente. Un ejemplo interesante de reutilización lo constituyen las «botellas solares» utilizadas en algunos países de África y en las Filipinas. En las zonas más desfavorecidas de estos países, algunas casas están formadas únicamente por cuatro paredes de ladrillo sin ventanas y un techo de chapa metálica.

Liter of Light

Perforando el techo y fijando una botella de plástico llena de agua (con lejía, para evitar la proliferación de bacterias que enturbian el agua y entorpecen la refracción de la luz), gracias al fenómeno de refracción de la luz, esta se difunde por toda la casa. Cada botella produce una intensidad luminosa equivalente a la de una bombilla de 50 vatios.

 Otro ejemplo, también en África, es el de una ONG alemana que construye casas reemplazando los ladrillos por botellas llenas de arena, unidas con barro o cemento. Esta técnica permite reducir los costes de construcción en un 75 %.

Dicho esto, cabe señalar que la reutilización de envases es meramente anecdótica y se debe principalmente a algunos diseñadores que aprovechan la transparencia o los colores de los polímeros para convertirlos en objetos atractivos como macetas, lámparas o incluso joyas. En el mundo del diseño, esto se conoce como suprarreciclaje.


Finalmente, tanto si se trata del reempleo como de la reutilización de envases u otros productos, el objetivo principal es que, al final de su último ciclo de vida, puedan ser reciclados (véase el artículo sobre reciclaje).

Sarah Turner

El suprarreciclaje está muy de moda, especialmente el de los materiales plásticos. Actualmente, son muchos los creadores y diseñadores que se suman a esta tendencia.

Comida rápida en una vajilla duradera

En Francia, el país europeo que más aboga por la reutilización, se ha prohibido en todo el sector de la hostelería y la restauración, a partir de 2023, servir bebidas y comidas para consumir en el lugar en vajillas desechables.

Ante esta nueva regulación, la cadena de comida rápida McDonald’s decidió reemplazar sus envases desechables por vajillas reutilizables... hechas de plástico. La figura emblemática de la marca desde sus comienzos, el cono de patatas fritas con los colores corporativos, ahora se moldea en polipropileno, un material ultrarresistente que soporta la grasa, las altas temperaturas, la sal y los múltiples lavados. El resto de la vajilla reutilizable está hecho de un copolímero transparente llamado Tritan, que también tolera muy bien los detergentes necesarios para su limpieza.

 

Fotografía: banco de imágenes

En Francia, la franquicia McDonald's fue noticia a principios de año por ser la primera en ofrecer vajilla reutilizable en sus restaurantes.

Así, la cadena de comida rápida ha optado por equiparse con lavavajillas profesionales capaces de lavar la vajilla en cuestión de minutos a alta temperatura, 60°C, y enjuagarla a 80°C para garantizar una limpieza impecable.

El vaso de plástico, un imprescindible de los grandes eventos

Para aquellos que se resisten a equiparse con un lavavajillas, generalmente debido a la falta de espacio, existen empresas especializadas que se encargan del lavado. Este es el caso, por ejemplo, de Re-uz, ya conocida por sus vasos reutilizables, que está expandiendo sus centros de lavado por toda Europa, especialmente en Francia. Esta empresa ha creado una verdadera red de proximidad en los países donde opera para un «lavado más cercano» y así reducir el impacto medioambiental relacionado con el transporte de la vajilla. Cabe señalar que Re-uz también cuenta con «centros de lavado móviles». Este conjunto de servicios ha seducido al Comité de Organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024, con el cual Re-uz ha firmado un acuerdo de colaboración oficial. Con ocasión del evento, la empresa se compromete a proporcionar 13 millones de vasos y envases de alimentos reutilizables y retornables de polipropileno, además de encargarse de la logística, incluyendo su entrega y lavado.

Fotografía: banco de imágenes

Los vasos y otras tazas reutilizables de plástico se han vuelto indispensables en los grandes eventos como los festivales o los Juegos Olímpicos.

El sistema de retorno de vasos es una innovación crucial, ya que, hasta ese momento, los miles de vasos utilizados en grandes eventos públicos (festivales, conciertos, partidos...) eran simplemente considerados como residuos. Estos modelos de un solo uso, ya fueran de cartón, PLA o polipropileno, no eran en absoluto adecuados para la reutilización debido a sus paredes delgadas y frágiles. Frente a este modelo poco virtuoso, surgió en los festivales, a partir de la primera década del siglo XXI, un nuevo tipo de vaso de polipropileno que el consumidor puede devolver y le es reembolsado. El índice de devolución es del orden del 70 %, y del resto muy pocos terminan en la basura, ya que a menudo lucen los colores del evento y se convierten en un asequible souvenir.

La cosmética coquetea con los recargables

En el sector de la cosmética, el diseño del envase es casi tan importante en términos de marketing como su contenido. Esta es una de las razones por las que la industria ha estado trabajando durante mucho tiempo para lograr unos envases más virtuosos. Ya sean de monomateriales, materiales de origen biológico o reciclados incluso en el caso de los polímeros… con frecuencia, muchos de estos envases todavía son de un solo uso. Por esta razón, algunas marcas han optado por opciones «recargables». 

El producto consta de un estuche que el usuario debe conservar y un envase de recarga, a menudo hecho de PMMA o incluso de policarbonato, polímeros transparentes y resistentes que posteriormente podrán reciclarse de forma relativamente fácil si existen sistemas de reciclaje en marcha. Si no los hay, estos materiales podrán valorizarse energéticamente. La empresa española Faca Packaging, por ejemplo, ofrece recargas de PMMA reciclado para sus cremas cosméticas.

Fotografía: Faca Packaging

Las botellas recargables son, desde hace algunos años, casi una exigencia de las principales marcas de cosmética.

Esta tendencia se está generalizando y las principales marcas de lujo como Dior o Chanel ahora ofrecen pintalabios, e incluso máscaras de pestañas, recargables. ¿Qué polímeros utilizan estas marcas de alta costura? A menudo se trata de PET, un polímero utilizado por muchos fabricantes de estuches para pintalabios. Aunque no es tan exclusiva, la marca Make Up For Ever también ofrece una paleta de sombras de ojos recargable. Independientemente de cuál sea la marca o el producto, el principio es el mismo. Además, implica un importante ahorro de material, ya que el consumidor puede cambiar de color del maquillaje tantas veces como desee manteniendo el mismo estuche. El análisis del ciclo de vida de estos productos es bastante beneficioso debido a que el peso de las recargas es considerablemente inferior al de los estuches. Además, al ser más pequeñas, las recargas requieren menos cajas de transporte, lo que se traduce en menos camiones en las carreteras...

Fotografía: banco de imágenes

Al igual que la cosmética, el maquillaje también está adoptando esta tendencia y ofrece paletas de sombras de ojos o estuches de pintalabios reutilizables

Dicho esto, cabe señalar que el concepto de la recarga no es tan nuevo. De hecho, tiene más de 70 años. Se atribuye a la empresa sueco-suiza Tetrapak, que fue la primera en desarrollar un envase compuesto de cartón y polietileno diseñado para contener todo tipo de líquidos. Desde entonces, estos envases han perdido su forma tetraédrica para adoptar la de un cilindro ligeramente achatado. Generalmente están hechos de PVC o polietileno y se cierran mediante sellado. Una vez en casa, basta con recortar una esquina y verter el contenido en un recipiente. La lejía y los jabones líquidos son algunos de los productos que tienen más éxito en este formato. Una vez vacíos, simplemente se depositan en el contenedor de reciclaje de envases. Al estar compuestos de un solo material, a diferencia de sus predecesores, técnicamente son reciclables.

El impulso de los productos a granel

Presente en los supermercados desde hace un par de décadas, principalmente para productos secos, la venta a granel tuvo de entrada un éxito moderado debido a que estaba limitada a unos pocos alimentos. Si bien la higiene fue durante mucho tiempo un obstáculo para este tipo de comercio, los contenedores utilizados hoy en día para ofrecer los productos a los consumidores suelen ser de polipropileno, lo que les garantiza una estanqueidad perfecta tanto frente a cuerpos extraños como a bacterias y humedad.

La oferta se ha ampliado actualmente a algunos productos cosméticos y de limpieza, a los cereales y a ciertos aceites... En Francia, ahora es posible utilizar el recipiente proporcionado por el comerciante (generalmente un envase de un solo uso o a veces reutilizable y retornable) o el comprador puede llevar su propio recipiente al supermercado y llenarlo con el producto elegido.

Fotografía: banco de imágenes

La venta a granel está en pleno auge y se está expandiendo rápidamente en toda Europa. Ahora también abarca productos cosméticos y de higiene personal

Es importante tener en cuenta que el comerciante tiene el derecho de negar el servicio al cliente si considera que el recipiente que este trae no está lo suficientemente limpio… ¡la higiene es lo primero! En Portugal, a partir de 2024, la ley obligará a los distribuidores automáticos de bebidas a permitir que los consumidores utilicen sus propios vasos.

Otros tipos de recipientes reutilizables, como cantimploras y fiambreras, son muy populares entre las generaciones jóvenes. Así como la versión de plástico de las cantimploras suele estar hecha principalmente de polietileno o de Tritan, un copolímero que se recicla muy bien, no absorbe olores, no amarillea y es ultrarresistente, las fiambreras pueden estar hechas de diferentes polímeros. Entre ellos el Tritan, por supuesto, por las mismas razones, pero también el polipropileno, el PBT (politereftalato de butileno), un polímero con excelentes propiedades aislantes, o incluso el PLA, un polímero de origen vegetal.

Fotografía: banco de imágenes

¡Las cantimploras y fiambreras ganan popularidad entre los jóvenes! Esto favorece el uso de polímeros, que a menudo son los materiales elegidos debido a su ligereza y su perfecta hermeticidad.

Paquetes que regresan al remitente

Aclamado por los consumidores, el comercio electrónico tiene como consecuencia el desbordamiento de nuestros contenedores de basura por la gran cantidad de residuos de embalaje que genera. Aunque la mayoría de los paquetes son de cartón, su impacto ambiental no es neutro y su principal desventaja es que no pueden reutilizarse.

De ahí la idea de varias empresas emergentes de ofrecer paquetes reutilizables. Para ello, generalmente eligen el polipropileno, un polímero flexible que protege contra los rayos ultravioleta y la humedad, prácticamente irrompible y ultraligero. Los ensayos han demostrado que los paquetes de PP pueden ser utilizados sin dañarse hasta unas cien veces. El proceso se ha simplificado para el destinatario, que solo debe echar el embalaje en un buzón y este será devuelto a su remitente para ser utilizado nuevamente.

Fotografías: Hipli

El invento es extremadamente ingenioso ya que el embalaje ya está franqueado. Teniendo en cuenta que el comercio en línea crece año tras año, esta solución es una excelente noticia para el planeta, ya que el análisis del ciclo de vida muestra que, después de 100 usos, la huella de carbono se reduce en un 83 % y se evita generar 25 kg de residuos, en comparación con sus homólogos de cartón. Por estas razones, RePack, presente en toda Europa y América del Norte, o la francesa Hipli, fabrican sus paquetes con polipropileno reciclado.

 

Presentado en el CES 2020, en Las Vegas, el paquete LivingPackets tiene un ciclo de vida de 1000 usos. Más voluminoso y especialmente adecuado para objetos frágiles tales como ordenadores portátiles, está compuesto en un 98 % por polipropileno expandido, un material ultrarresistente y a prueba de golpes. Su tamaño no permite devolverlo simplemente deslizándolo en un buzón, así que el destinatario del paquete puede elegir entre conservarlo hasta un próximo envío a través de servicios postales o depositarlo en un punto de entrega.

Fotografía: LivingPackets

El paquete reutilizable encarna una pequeña revolución que se está produciendo en el seno de muchas empresas de comercio electrónico.

 

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