Reutilización: las buenas prácticas se expanden

El sector del embalaje está lejos de ser el único interesado en la reutilización. Algunos incluso han logrado convertir sus productos, en su mayoría hechos a partir de objetos de plástico al final de su vida útil, en auténticos objetos de moda...

Giro de 180 grados para Bic, antaño el rey de los productos de un solo uso

Finalmente, con el fin de acelerar su política de reutilización, algunas marcas están dispuestas a renunciar a aquello por lo que destacaron.

Tal es el caso de Bic, una marca conocida en todo el mundo por sus productos desechables, en particular los bolígrafos, de los cuales es la inventora. A pesar de todo, para Bic, ¡los bolígrafos desechables ya son historia! En efecto, hoy en día es posible encontrar recargas para toda su gama de productos. Se conserva el cuerpo, hecho de poliestireno, y se sustituye el tubo de tinta, de polipropileno, igual como se hace con una pluma estilográfica o un tubo de pintalabios.

A Bic no le tembló el pulso a la hora de replantearse sus decisiones de marketing y ofrecer recargas para algunas de sus líneas de bolígrafos

  Esta innovación abarca prácticamente todos sus artículos de escritura, incluido el icónico bolígrafo de cuatro colores, que ahora se ofrece en los colores más impensables.

Es paradójico, puesto que cuando Bic lanzó, en 1950, el primer bolígrafo desechable, hizo de su facilidad de uso el argumento de marketing que le reportó un éxito sin precedentes: ¡una prueba fehaciente de que los tiempos están cambiando!

Cuando la reutilización pasa por el reacondicionamiento

En junio de 2023, el grupo de ópticas Optic 2000 lanzó su programa de segunda vida, «Revue», para promover la sostenibilidad y la reutilización de las gafas. El programa incluía la reparación, recuperación y reacondicionamiento de gafas de sol para darles una nueva vida, así como la redistribución a asociaciones y/o el reciclaje de equipos ópticos. Esto afectaba principalmente a los materiales plásticos, ya que la mayoría de las gafas están hechas de policarbonato por lo que se refiere a las lentes y de poliamida o poliuretano por lo que se refiere a las monturas. En 2022, Optic 2000 anunció que había donado más de 27 000 pares de gafas y 10 000 estuches. Además, se reciclaron 4,1 toneladas de gafas.

Hoy en día, marcas como Optic 2000 recogen las gafas de sol que sus clientes ya no desean, las reacondicionan y las ofrecen a asociaciones benéficas

La nueva vida de Barbie y Ken

Mattel, el fabricante de la famosa Barbie, también se preocupa por su impacto ecológico. Después de lanzar una Barbie hecha de plásticos recuperados de los océanos, el fabricante de juguetes está lanzando un programa de reutilización en Francia, Inglaterra y Alemania. Los juguetes, una vez recolectados en las tiendas (también es posible enviarlos por correo con una etiqueta prefranqueada disponible en su sitio web), se envían a centros especializados donde los limpiarán. Los que estén demasiado dañados serán reciclados mecánicamente para dar lugar a nuevos productos.

Igualmente, Mattel recoge las muñecas Barbie una vez que llegan al final de su ciclo de vida en un hogar, las limpia y las ofrece a diversas asociaciones..

Las muñecas en buen estado no se venderán en el mercado de segunda mano, sino que se distribuirán de forma gratuita a organizaciones benéficas, ludotecas o escuelas. El PVC, el componente principal de las muñecas Barbie, al igual que el EVA (los brazos) y el ABS (el torso), son polímeros perfectamente adecuados para este fin, ya que son fáciles de limpiar sin degradarse.

Un suprarreciclaje muy chic

Algunas marcas han construido su reputación recuperando piezas de plástico cuyo destino era el cubo de la basura y transformándolas en artículos de moda particularmente en tendencia. Tal es el caso de la marca suiza Freitag, que recupera lonas de camión y las transforma en elegantes bolsos después de limpiarlas. Al igual que con las muñecas Barbie, en este caso también se trata de PVC, un material que tiene todas las cualidades necesarias para ser reutilizado. Lo mismo ocurre con la marca francesa La Virgule, que recupera el vinilo de embarcaciones inflables tipo Zodiac. El poliéster de las velas usadas de veleros encuentra, una vez pasado por una máquina de coser, una segunda vida en forma de bolsos y carteras. Para ir aún más lejos en el suprarreciclaje, la mayoría de estas marcas también recuperan los cinturones de seguridad de los vehículos para convertirlos en correas. 

Algunas marcas se han convertido en imprescindibles al crear productos de diseño a partir de materiales plásticos que han llegado al final de su vida útil

 Son muchos los creadores y diseñadores que se han sumado al suprarreciclaje. Los ejemplos proliferan en internet: se pueden encontrar lazos para el cabello hechos a partir de medias de nailon, kits para fabricar estuches escolares a partir de botellas de PET, lámparas hechas de bidones de HDPE... Aunque a una escala más artesanal, el enfoque es el mismo: generalmente se recuperan envases usados y luego se transforman en objetos cotidianos o decorativos (véase https://plasticlemag.es/El-concepto-unico-de-la-lampara-PET). Finalmente, algunas iniciativas sin ánimo de lucro combinan objetivos humanitarios y medioambientales. Tal es el caso de la BottleBag, una cesta de la compra hecha de tiras de botellas de PET cortadas y trenzadas, que está teniendo un gran éxito en el continente africano. Se desconoce quién es su creador, ya que ha optado por mantener el anonimato y simplemente proporciona un tutorial en línea para hacer esta cesta.

Reparabilidad: un nuevo desafío para los años venideros

Por último, cabe mencionar que otras empresas trabajan para hacer que sus productos sean prácticamente indestructibles. Este es el caso del fabricante de maletas Dot-Drops, que ofrece maletas de ecodiseño, reparables de por vida y con una garantía de 20 años.

La reparabilidad también es una opción de futuro para consumir de manera más sostenible y generar menos residuos. La marca Dot-Drops está entre las primeras en ofrecer una línea de maletas completamente reparable y con garantía de 20 años

Las maletas están compuestas por piezas hechas de diferentes polímeros que son fácilmente desmontables. La carcasa está hecha de polipropileno para resistir los impactos, las ruedas son de ABS, el mismo material que se utiliza en los cascos de moto, y las bandas de rodadura de las ruedas y los revestimientos de las asas están hechos de TPU, un polímero conocido por su capacidad de absorción... El equipo espera en un futuro cercano poder establecer un sistema de reciclaje para las maletas. Mientras tanto, ya es posible devolverles las maletas de su marca que no se pueden reparar. Estas maletas se envían a uno de sus socios, que se encarga de triturarlas para convertirlas en combustibles sólidos de recuperación (CSR) destinados a alimentar calderas industriales.