Itinerancia: los polímeros señalan el camino

Ya sean trotamundos, aventureros o simplemente turistas itinerantes, siempre se agradece un poco de comodidad... Los fabricantes de artículos de acampada lo saben y ofrecen constantemente innovaciones para mejorar el descanso cuando uno está lejos de la propia cama. La prioridad es simplificar la vida de los usuarios. Esto es lógico, puesto que se dirigen a un público que, por encima de todo, desea disfrutar de sus vacaciones.

Los plásticos toman el revelo a los metales

Aunque la tienda canadiense sigue siendo el símbolo de las primeras generaciones de aventureros en la imaginería popular, esta ha quedado absolutamente desfasada. Indiscutiblemente, proporcionaba a los campistas un techo bajo el que dormir, pero un análisis más minucioso pone en relieve además abundantes inconvenientes. Para empezar, pesaba lo suyo... debido, sobre todo, a su doble cubierta de algodón encerado. Un material relativamente impermeable pero nada ligero que, además, tenía una desafortunada tendencia a absorber la humedad de la condensación, volviéndose así todavía más pesado... Compuesta por una envoltura de tejido de algodón y una doble cubierta, era muy fastidiosa de montar. Requería además un mantenimiento regular puesto que se debía reimpermeabilizar periódicamente. En resumen, no era precisamente el colmo de la practicidad... En la década de los setenta, el algodón dio paso a los tejidos sintéticos como el poliéster, pero la tienda seguía siendo complicada de montar.
Tuvo que transcurrir todavía más de una década para que las primeras tiendas iglú dejaran fuera de combate (o casi) a la vieja canadiense.

Ultraligeras y fáciles de plegar y de transportar, las tiendas modernas pasan desapercibidas garantizando lo esencial: proporcionar un refugio cuando cae la noche.

Compuestas mayoritariamente por fibras de poliéster, un material ultraligero, ultrablando e impermeable, apenas pesan unos pocos quilos y son plegables, o incluso se enrollan en una bola, con una facilidad desconcertante. Las piquetas de hierro han sido reemplazadas por unos arcos de fibra de vidrio o aluminio, con tan solo algunos gramos de peso.

Para una capacidad equivalente, se ha pasado de una gran bolsa de transporte a un pequeño saco de almacenaje, y el peso se ha dividido por cuatro. Se comprende que los excursionistas y cicloturistas la adoptaran de inmediato.

Gracias a los polímeros, las vacaciones son para descansar

Los fabricantes hubieran podido detenerse ahí, pero la competencia es feroz y la más mínima innovación puede conducir al éxito. Así, hace una quincena de años, la conocida marca Decathlon lanzaba la tienda «2 seconds». ¡El nombre responde al tiempo que se requiere para montarla! Su principio se basa en un plegado donde los arcos y la tela son solidarios y se comprimen como un resorte. Basta con liberarlos para que la tienda se despliegue. ¡Y listo! Pero el plegado seguía siendo fastidioso. Los ingenieros revisaron entonces el diseño, de modo que los últimos modelos ya cumplen todas las condiciones para facilitar enormemente la vida de los campistas. Si bien la envoltura sigue siendo del clásico poliéster, los arcos han sido objeto de numerosos estudios, puesto que toda la tecnología «2 seconds» reside en ellos. Están formados por un material compuesto a base de fibras de vidrio y de polioximetileno, un polímero termoplástico de altas propiedades mecánicas muy resistente a la tracción y los choques, que es poco sensible a la fluencia (deformación) y sobre todo que no pierde sus características a lo largo del tiempo. Finalmente, para estar en verdadera armonía con la naturaleza, la marca francesa ha decidido no teñir el doble techo, conservando el color original del poliéster, el blanco. Una elección que permite ahorrar el agua necesaria para el tintado y evitar el vertido de aguas sucias procedentes de los baños de tinte. El único problema es que el blanco no es el color óptimo para aislarse de la luz. Adiós a dormir hasta tarde... Para remediarlo, se ha recubierto el poliéster con dióxido de titanio, un compuesto químicamente inerte que posee una notable capacidad opacificadora y la facultad de reflejar los rayos del sol.

Al crear la tienda «2 seconds», la marca Decathlon demostró que todavía era posible innovar para mejorar un producto considerado archimaduro.

Cabe señalar, sin embargo, que este sistema de tienda «automática» está limitado a los modelos pequeños, para 2 o 3 personas. Es decir, no está destinado a las familias con hijos, que también reivindican el derecho a no complicarse inútilmente las vacaciones. Por este motivo, actualmente existen tiendas familiares formadas por varias habitaciones que se inflan. Concretamente, son los arcos los que se inflan. Están compuestos por unas fundas termosoldadas de poliuretano, un polímero verdaderamente todoterreno y fuerte –podemos encontrarlo, por ejemplo, en las protecciones para pilotos de motocicleta– y unas válvulas. Basta con inflarlos con una simple mancha para ver cómo aparece la estructura de la tienda. Solo falta entonces acoplarle las partes textiles: habitaciones, techo... Así, no solo se gana tiempo, sino que además esta solución permite reducir el peso de la tienda.
Finalmente, para aquellos que prefieren recorrer un país o una región en automóvil, existen tiendas cuyos techos se fijan sobre un portaequipajes (parecido a un cofre de techo). Los materiales utilizados son básicamente los mismos, la única diferencia es que la tienda está fijada sobre una base de aluminio articulada que servirá de cofre de protección una vez plegada.

Los polímeros se acomodan

Para dormir cómodamente en una tienda, el colchón es fundamental: principalmente aísla del suelo y protege de irregularidades y posibles humedades. Un colchón de camping debe ser, por lo tanto, confortable, esa es su principal razón de ser. Debe ser además fácilmente transportable, es decir, debe plegarse o enrollarse para caber en un pequeño saco y, por supuesto, no resultar demasiado pesado. ¿La cuadratura del círculo? ¡Sin los polímeros, sin duda lo sería! Los hay para todos los gustos y, sobre todo, para todos los bolsillos. Los primeros precios son de espuma de polietileno, un material relativamente confortable, aunque no son plegables. Por lo tanto, es necesario enrollarlos y fijarlos en lo alto de la mochila. En cuanto a los modelos de gama alta, estos son de poliéster o poliuretano, son inflables y, en su mayoría, están provistos de parches antideslizantes de silicona. Resultan extremadamente confortables y aíslan perfectamente del suelo, aunque esta no es su única ventaja, ya que además pesan tan solo algunos centenares de gramos y caben dentro de un pequeño saco.

Esterillas, sacos de dormir... los polímeros proporcionan numerosos servicios para poder pasar unas noches de ensueño en medio de la nada.

Finalmente, cada vez son más las marcas que introducen polímeros reciclados en sus modelos, incluidas las más prestigiosas, como Vaude. La marca alemana recuperas así retales de poliéster procedentes de su propia producción que hasta entonces eran desechados. Esto le permite economizar sus recursos y a la vez proteger el planeta.

La misma tendencia hacia productos más virtuosos se observa en los sacos de dormir que, cabe recordar, están formados por un revestimiento (el saco) rellenado con un material aislante (el relleno).

Algunos fabricantes utilizan fibras de poliamida recicladas, procedentes principalmente de redes de pesca al final de su vida útil, para crear el revestimiento. En cuanto al relleno, prefieren las fibras huecas de poliéster, al menos para los sacos destinados al frío intenso. Al estar llenas de aire, estas fibras almacenan mejor el calor. Además, al aglomerarse entre ellas, forman una multitud de pequeñas bolsas de aire para mejorar todavía más su aislamiento.

Autocaravanas, los plásticos nómadas

Otros aficionados a las vacaciones itinerantes prefieren la comodidad de una autocaravana o incluso una roulotte. (Ver nuestra entrevista.)
Este mercado ha experimentado una gran expansión, especialmente en la franja de la tercera edad. En su interior son verdaderos minihogares completamente enfocados a la comodidad y la practicidad, como es lógico, puesto que el espacio es ciertamente limitado. Hymer, un fabricante alemán de los más importantes del mercado presentó hace unos años su visión de la autocaravana del futuro. El constructor concede gran protagonismo a los polímeros que, cabe recordar, son materiales ligeros, poco frágiles y fáciles de moldear. Para desarrollar la que han bautizado como Vision Venture, la marca alemana se ha asociado con BASF, uno de los principales productores de polímeros a escala mundial. Todavía en fase de prototipo (la comercialización está prevista de cara a 2025), los polímeros elegidos y desarrollados para este proyecto todavía no han sido revelados. Se sabe que el techo estará equipado con paneles voltaicos poliméricos y será abatible gracias a un sistema de fuelle neumático también hecho de polímeros. BASF ha creado asimismo la pintura denominada Chromacool, que absorbe el calor. Cuando los termómetros se disparan, es capaz de reducir la temperatura de la carrocería del vehículo en 20º C permitiendo así un descenso de hasta 4º C en su interior. Con el consiguiente ahorro en el sistema de climatización, un gran consumidor de energía. El baño se articula alrededor de un panel pivotante montado también sobre un fuelle de plástico que permite aumentar el espacio a la hora de usar ducha. Una innovación con la que sueñan ya un gran número de autocaravanistas... Finalmente, Hymer explica que ciertos elementos de la carrocería se fabrican mediante técnicas aditivas (impresión 3D) a fin de personalizar el vehículo. Es difícil saber si la Vision Future circulará por las carreteras en 2025 pero no hay duda de que sus innovaciones se incorporarán, aunque sea parcialmente, en los futuros modelos.

Para crear su Vision Venture, la autocaravana del futuro, Hymer se ha asociado con el fabricante de polímeros BASF.

Aventura bajo control gracias a los polímeros

Para partir a la aventura, hay quien se lleva una multitud de accesorios que a menudo resultan prácticos o incluso indispensables en situaciones difíciles. Entre ellos, no puede faltar nevera, disponible en modelos blandos o rígidos o incluso tipo mochila. Generalmente garantizan la conservación de los alimentos y las bebidas durante más de 10 horas. El cuerpo exterior suele ser de polipropileno en los modelos rígidos o de poliéster en el caso de los blandos, y el interior suele estar compuesto por diferentes capas de espuma de poliestireno y poliuretano.

Para compartir en harmonía el momento de las comidas, las mesas y sillas de camping actuales no pesan prácticamente nada y son plegables para un mejor almacenamiento... Si bien las estructuras siguen siendo de acero o aluminio, los asientos y respaldos son, desde hace tiempo, de fibras textiles como el poliéster.

Ligeros, poco frágiles y fáciles de transportar, los polímeros tienen todas las cualidades para compartir ¡toda clase de aventuras!

En cuanto a los trotamundos, estarán encantados con las cantimploras equipadas con membranas poliméricas como la polietersulfona hidrofilizada (PES), cuyos poros, de algunas decenas de micrómetros, retienen prácticamente todas las impurezas, incluidas las bacterias. Estas se han vuelto indispensables para los excursionistas que, gracias a ellas, ahora pueden partir sin preocuparse por el agua puesto que podrán reabastecerse sin temor a la disentería en cualquier corriente de agua.

Conscientes de que una simple ampolla puede echar por la borda una bonita excursión, algunos fabricantes de apósitos proponen una verdadera segunda piel confeccionada a base de polímeros.

Una ampolla en el pie o una herida pueden estropear también cualquier excursión. En el primer caso, existen apósitos extremadamente eficaces que eliminan el dolor de inmediato. Conocidos como segunda piel, están compuestos por un elastómero por el lado mullido, una película de poliuretano para aislar la herida y una resina adhesiva termoplástica para mantener el apósito en su sitio. Como por arte de magia, se despegan solos cuando la ampolla está cicatrizada.

Finalmente, para las heridas grandes, por ejemplo un corte, existen apósitos superabsorbentes que aceleran la coagulación. Consisten en una capa de viscosa y poliéster que difunde la sangre y otra capa, denominada superabsorbente, elaborada a partir de una mezcla de fibras de celulosa y poliacrilato, un polímero que tiene la capacidad de absorber hasta 300 veces su masa en agua. En cuanto a las capas externas, estas están formadas por fibras de polipropileno no tejidas. 

Si bien es indispensable añadir estos productos a nuestro equipaje, algunos es todavía mejor no tenerlos que utilizar para pasar unos estupendos momentos de relax...
¡Felices vacaciones para todos!