Los polímeros se ponen cómodos

Además de ser perfectos para poner en valor una obra arquitectónica, los polímeros proporcionan otras numerosas prestaciones a los edificios. Han sido amplia y largamente reconocidos por sus características energéticas gracias a sus propiedades aislantes, tan importantes para frenar el calentamiento climático global. Perfectamente estancos e ignífugos, son los mejores para las canalizaciones (agua, electricidad, etc.).

Además, su reciclaje o reutilización se han convertido desde hace varios años en un objetivo principal. Los fabricantes de productos destinados a la construcción se preocupan actualmente por el futuro de sus artículos cuando llegan al final de su vida útil, con el objetivo de crear nuevos modelos de economía circular.

Ahora es posible encontrar revestimientos de cubiertas, plafones, pavimentos o incluso hormigón de altas prestaciones que incorporan plásticos reciclados.
Véase:
https://plasticslemag.es/Plasticos-y-construccion-el-paradigma-de-la-alta-tecnologia

El PVC sigue en alza

El PVC es un material con múltiples facetas. Muy fácil de fabricar, puede adoptar una forma flexible (cortinas de ducha, revestimientos de suelo, películas adhesivas, etc.) o rígida (para las tuberías, por ejemplo). Desde esta perspectiva, es muy difícil encontrar un material con los recursos tan increíbles, no obstante...

Este material se ha utilizado, por ejemplo, en los techos tensados, tan apreciados en las viviendas de alta gama o en los hoteles y restaurantes multiestrellas. Valorados en un principio sobre todo por su brillo, los techos tensados han demostrado posteriormente poseer otras muchas cualidades. Gracias a los nuevos sistemas de enganche, han adquirido una dimensión adicional haciendo posible llevar a cabo cualquier forma y fantasía imaginable.

Con los techos tensados, el PVC brilla con luz propia en el mundo del lujo.

Actualmente se diseñan a través de programas informáticos en 3D y se cortan directamente en fábrica para aumentar la precisión y reducir los residuos al mínimo. Se montan in situ y se encolan en caliente para lograr unas soldaduras completamente invisibles. El resultado está a la altura de las expectativas... Sus formas suaves, redondeadas, resultan relajantes y proporcionan una sensación de bienestar... Sin embargo, el placer visual no es su único atractivo, sino que además ofrecen un importante rendimiento acústico. De modo que un techo con forma de olas es perfecto para difractar las ondas sonoras y evitar el efecto de «barullo» tan frecuente, por ejemplo, en un gran vestíbulo. A esto se suman las propiedades intrínsecas de absorción sonora del polímero, que aún mejoran el resultado final.

Además de atrapar los ruidos, los techos tensados también son hábiles creando juegos de luces. En función del grado de translucidez y del color de la lona, la luz se difunde de diferentes formas, dejando de este modo amplia libertad a los arquitectos interioristas para adaptar los ambientes en función de las necesidades de sus clientes. Su brillo natural hace del PVC un material especialmente adecuado para interaccionar con la luz. Fue a partir de este principio que el francés Barrisol, líder mundial en techos tensados, desarrolló una nueva familia de techos que incorporan directamente un conjunto de ledes dentro de sus lonas. El secreto reside en el tejido de las fibras de polímero y de vidrio. Los efectos obtenidos son impresionantes, y la sensación de espacio y profundidad es, a primera vista, desconcertante. Por supuesto, todos los colores son posibles…

El PVC es el polímero más utilizado en la construcción y sus fabricantes organizaban, a principios de la década de los 2000, cuando la expresión “calentamiento global” todavía no estaba en boca de todos, una verdadera iniciativa de reciclaje basada en el voluntariado. Bautizada como VinylPlus, la iniciativa ha logrado reciclar en 20 años 6,5 millones de toneladas de PVC. Un resultado notable teniendo en cuenta que sus impulsores partían de una hoja en blanco…

De la mejora del confort al ahorro energético: los polímeros triunfan

Hogar dulce hogar… la mejora del confort sigue siendo una verdadera preocupación para muchos. Esta búsqueda repercute con frecuencia en la factura energética.
Arkema, un fabricante de polímeros, ha construido una casa concebida como laboratorio «a cielo abierto» que integra ambos parámetros. Bautizada como SmartHouse, estará equipada, con el tiempo, con las últimas innovaciones desarrolladas por el fabricante, con el objetivo de ponerlas a prueba en la vida real. Las conclusiones estarán disponibles alrededor de 2030. Mientras tanto, algunas de sus soluciones ya han sido comprobadas, como las ventanas que incorporan en el marco unas diminutas bolas de Siliporite©, un material propiedad del fabricante que absorbe 1/3 de su masa en agua y evita así la condensación. También para las ventanas, un revestimiento denominado Certincoat® SunE que permite el paso de la luz visible, pero evita las fugas de calor. Esto representa un ahorro en los gastos de calefacción del 30 %.
Para alcanzar un excelente nivel de eficiencia energética, los creadores han concentrado sus esfuerzos en aquello que envuelve el edificio. Han optado por un sistema de construcción desarrollado en Canadá que integra el aislamiento en la mampostería. El hormigón se vierte directamente dentro de los bloques de encofrado de poliestireno reforzado. Esto permite realizar, desde el principio de la obra gruesa, un doble aislamiento, interior y exterior, a la vez lo que es aún más eficaz porque es totalmente solidario con la estructura. Además de sus propiedades térmicas y acústicas, asegura una estanqueidad perfecta.
Para mejorar todavía más las prestaciones del hormigón, Arkema ha agregado su sello particular a este procedimiento añadiendo aditivos «superplastificantes», destinados a aumentar la fluidez al evitar la formación de burbujas de aire, causa principal de filtraciones. Por lo que se refiere al interior, este tipo de aislamiento constituye, por otro lado, un banco de pruebas ideal para evaluar la acción de un revestimiento de alisado aislante de base acrílica que reduce en un 15 % las pérdidas de calor.

Para ir más allá de las pruebas de laboratorio, Arkema ha construido la casa inteligente, una casa que permite probar soluciones y materiales con vistas a una auténtica construcción sostenible.

Aislamiento: polímeros con la máxima finura

En el ámbito del aislamiento, tanto acústico como térmico, los plásticos ya no tienen prácticamente nada que demostrar. Para capturar los sonidos, la espuma de poliuretano es la más elegida. Un material conocido desde hace ya varias décadas que sigue siendo irremplazable o, al menos, inigualable, tanto por sus formidables capacidades aislantes como por su facilidad de colocación y coste relativamente bajo.

Para aislar térmicamente un edificio existen numerosos métodos: ventanas de doble o incluso triple acristalamiento, rotura de puentes térmicos y buenos materiales aislantes. Estos últimos van del adobe reversionado a los materiales poliméricos ya antiguos, como los poliestirenos expandidos o extruidos.

Neopor, desarrollado por BASF, es un material innovador a base de poliestireno y grafito. Se utiliza mucho en la construcción de las llamadas casas pasivas.

Otros han aparecido más recientemente, como el Neopor©, un material muy innovador desarrollado por BASF. Se trata de un derivado de su primo hermano, el poliestireno expandido, enriquecido con grafito. Actualmente, es uno de los materiales más aislantes del mercado. Su elevado rendimiento reside en las partículas de grafito, que reflejan la radiación térmica como un espejo, reduciendo así las fugas.

Es por este motivo que, con menos cantidad de material, ofrece una capacidad aislante equivalente a la de otros materiales seis veces más gruesos como, por ejemplo, la lana de roca.
Otra de sus ventajas es que se puede colocar tanto en el interior como en el exterior. De este modo ha logrado imponerse, en poco tiempo, tanto en el ámbito de la rehabilitación como en el de la nueva construcción, especialmente cuando se trata de construcciones pasivas. Además, su fabricación reduce la emisión de gases de efecto invernadero, ya que está formado en un 98 % por aire y el resto son esferas de material expandidas mediante inyección de vapor de agua.

El papel de los revestimientos: más allá de ocultar lo que no debe verse

Durante mucho tiempo, los revestimientos, generalmente metálicos, se utilizaban para cubrir las fachadas porque resultaban económicos y fáciles de instalar. Eran perfectos, por lo tanto, para revestir las naves o almacenes donde la estética no era pertinente. Hasta la llegada del nuevo milenio apenas observamos cambios en su aspecto.

Una vez más, la llegada de interesantes innovaciones estéticas fue gracias al PVC y su capacidad de adoptar prácticamente cualquier aspecto. Así, algunos fabricantes encontraron una fórmula para que se pareciera asombrosamente a la madera. Este tipo de revestimiento comenzó a utilizarse entonces para decorar numerosas viviendas unifamiliares en los países del norte de Europa, donde existe una gran tradición de construcción en madera.

Los revestimientos de PVC imitan perfectamente la madera y, además, no requieren mantenimiento y pueden ser aislantes.

Para los inquilinos representa un gran alivio ya que además estos revestimientos vinílicos no requieren ningún tratamiento y resisten las inclemencias meteorológicas. La cuestión podría no haber ido más allá de no haber sido por ciertos fabricantes que tuvieron la idea de incorporar espumas poliméricas, por ejemplo, de poliuretano o de poliestireno expandido. Este tipo de revestimientos es actualmente una solución bastante económica para aislar exteriormente un edificio.

Pavimentos plásticos: los reyes de las revistas de decoración

Desde la década de los 2000, los pavimentos plásticos han subido de categoría. Han aparecido nuevas formulaciones. Los revestimientos de suelo ganan brillo cuando se les aplica una capa de barniz de poliuretano que, además, aumenta su resistencia a la abrasión. Pueden reforzarse con una estructura de fibra de vidrio que les confiere mayor estabilidad y rigidez. Las máquinas empleadas para su fabricación también han evolucionado. Así, las calandrias cuentan con cilindros capaces de reproducir infinidad de texturas imitando la madera, la cerámica, la piedra, las baldosas de cemento, el hormigón encerado o incluso las juntas de baldosas.
Actualmente, los pavimentos de PVC son, con diferencia, los revestimientos más utilizados, tanto en los suelos de uso profesional como en los domésticos. Estos reyes del trampantojo no dejan de triunfar en las numerosas cocinas y baños donde los instalan. No le temen a la humedad ni al agua, las grasas o el calor y además son antideslizantes. Por lo que se refiere a los parqués vinílicos, su realismo es sorprendente. Visualmente, ofrecen un aspecto de madera de lo más convincente. No falta detalle: una textura trabajada con un veteado nunca idéntico y tonos naturales. Algunos reproducen incluso la mítica disposición «Punta Hungría»... en cuanto al tacto, es igualmente sorprendente e igual de cálido que la madera.

Todos conocemos esos pavimentos de los parkings subterráneos ultrabrillantes, pero la mayoría desconocemos que se trata de pavimentos plásticos. En concreto, se trata de una mezcla de resina epoxi, un polímero frecuentemente utilizado en los cascos de barco de recreo, un endurecedor y cargas minerales destinadas a aumentar su resistencia al desgaste. Esto explica que se utilicen en los suelos de parkings y de centros comerciales, lugares de gran afluencia que deben ser resistentes a la abrasión y fácilmente lavables. Las resinas satisfacen perfectamente tales requisitos. Una nueva tendencia les ha traslado de los subterráneos a escenarios de mucho más prestigio. Así, de un tiempo a esta parte, decoradores y otros arquitectos interioristas los recomiendan a sus clientes más exigentes, incluso a los más adinerados, puesto que su precio puede alcanzar varios centenares de euros por metro cuadrado.
Este es especialmente el caso de las resinas de policarbonato, cuya nitidez proporciona un efecto espejo de gran pureza.

Los pavimentos de PVC no le temen prácticamente a nada, pueden adoptar cualquier aspecto y son fáciles de instalar... ¡se han convertido en el ojito derecho de los arquitectos interioristas!