Un «iglú» de polietileno para cobijarse del frío
Aislante a base de espuma de polietileno y láminas de aluminio: aunque es una solución precaria, permite que las personas sin techo puedan pasar las noches invernales en un ambiente seco y cálido.
Desarrollado por Geoffroy de Reynal, un ingeniero establecido en Burdeos y especializado en energías renovables, el iglú es un conjunto de paneles hechos de material aislante compuesto por polietileno y aluminio, que se pueden ensamblar fácilmente para crear un refugio en forma de túnel de 2 m de longitud por 1 m de ancho y 90 cm de altura. Gracias a las propiedades aislantes de la espuma de polietileno, su ocupante puede dormir en un ambiente que está de 15 a 20 grados por encima de la temperatura exterior. El refugio es ignífugo e impermeable y se puede plegar y mover de sitio con facilidad. Pesa alrededor de 10 kg y ocupa aproximadamente el espacio de un colchón. ¡También viene equipado con un sistema de iluminación interior por energía solar gracias a unos minipaneles fotovoltaicos integrados! Según explica Sanka, que ha vivido en la calle durante 18 años, «Mantiene el calor en su interior y cuando llueve se mantiene seco. Es como el casco de un barco, más espacioso que una tienda y se desmonta en un momento».
Los primeros prototipos se crearon gracias a una iniciativa de financiación colectiva (crowdfunding), mediante la cual Geoffroy logró recaudar 18 000 €. Los comentarios positivos recibidos de usuarios que han probado este pequeño refugio isotérmico en condiciones climáticas de mucho frío le han animado a tratar de mejorarlo y quién sabe si incluso impulsar su fabricación en serie. Sin embargo, insiste en que «solo es una solución temporal que no puede reemplazar a las asociaciones y refugios de emergencia».
