Trédesis, la prótesis solidaria de Ayúdame3D
Siendo muy joven, Guillermo desarrolló una gran pasión por los juguetes. Algunos años más tarde, cuando trabajaba como creador en una empresa de desarrollo de juguetes tecnológicos, adquirió una pequeña impresora 3D para dar forma a los juguetes que inventaba desde su infancia. Fue explorando los manuales técnicos sobre impresión 3D cuando encontró algunos archivos sobre la fabricación aditiva de prótesis.
Del juguete a la prótesis 3D
Mientras se preparaba para un viaje de voluntariado de varias semanas a un orfanato en Kenia tuvo una idea: «Si puedo crear juguetes, ¿por qué no crear prótesis para las personas más desfavorecidas?» Investigó, se empapó de toda la información posible, y embarcó con 5 brazos protésicos impresos en 3D. Una vez allí, los ofreció a personas que habían sufrido la amputación de una de sus extremidades a causa de malformaciones congénitas, accidentes de tráfico o enfermedades que no se pudieron tratar a tiempo debido a las condiciones del entorno.
«Es demasiado fácil ayudar como para no hacerlo»
De vuelta a Madrid, ya había tomado la decisión: con 22 años, creó la asociación Ayudame3D.org para proporcionar «esta ayuda gratuita a cualquier persona que la necesitara». Concretamente, hay en el mundo 83 millones de personas que sufren alguna forma de amputación y que jamás podrían tener acceso a un aparato que les ayude en su vida cotidiana.
Una filosofía que, cinco años más tarde, permanece invariable: las «trésdesis», o brazos protésicos, se suministran y entregan de manera gratuita a cualquier persona que las solicite. «Son y seguirán siendo gratuitas. La tecnología es un medio para ayudar a los demás».
La tecnología como fin societal
Actualmente, Ayúdame3D está formado por un equipo de 8 personas que recibe el apoyo de un centenar de expertos en impresión 3D.
Cuando esta empresa social recibe, por medio de su sitio web o a través de las redes sociales, la solicitud de una «trédesis», la transmite a sus «ayudantes3D» voluntarios, que se encargarán de diseñarla y fabricarla en su impresora 3D a medida, según las dimensiones y especificaciones indicadas.
De este modo, Ayúdame3D consigue entregar entre 200 y 250 brazos protésicos al año en más de 50 países, a cualquier persona que lo solicite. Para las zonas donde el acceso a internet es más complicado, cuentan con cooperaciones internacionales y colaboran con otras asociaciones a les que forman para que puedan tomar las medidas de las prótesis, entregarlas, colocarlas, repararlas, etc.
Y últimamente, la ONG ha desarrollado Helping School, un programa educativo destinado a los niños de primaria y secundaria, que tiene por objeto enseñarles a utilizar las impresoras 3D y a crear sus «propios brazos».
Brazos de plástico ligeros, moldeables y sostenibles
Hasta ahora se fabrican tres tipos de «trésdesis» para los miembros superiores: una prótesis de mano, una de codo y una de brazo entero. El plástico utilizado para fabricarlas proviene de recursos vegetales como el almidón de maíz. El PLA o ácido poliláctico es el que mejor responde a las necesidades puesto que pesa muy poco, es fácilmente moldeable (de modo que la trésdesis puede adaptarse al 100 %) y es fácil de utilizar. Las prótesis se fabrican en gran parte a partir de bobinas de PLA recuperadas para que el proceso sea más sostenible. Además, las piezas defectuosas se reparan y reacondicionan para reutilizarlas en la fabricación de nuevos «brazos».
las prótesis que fabrica la asociación no son nada sofisticadas: son unas prótesis básicas con las que las personas que las reciben no podrán hacer gestos muy complicados. Sin embargo, les permitirán realizar los movimientos cotidianos, del día a día, y, gracias a ello, reincorporarse al mundo laboral, escolarizarse e integrarse en la sociedad. Una solución para mejorar la calidad de vida de las personas con amputaciones y ofrecerles nuevas posibilidades, reduciendo las desigualdades con las que se enfrentan.
Mas información:
https://ayudame3d.org/
