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Reciclaje químico: los plásticos vuelven a nacer
A menudo, se reivindica el reciclaje químico como una solución a todos los problemas. Este proceso puede hacer realidad la integración de todos los plásticos usados en un ciclo cerrado perfecto. Muchos fabricantes de polímeros, a menudo de la mano de innovadoras empresas emergentes, están abriendo nuevas vías y ofreciendo nuevas soluciones en este ámbito, lo que pone de manifiesto la importancia de la tecnología. ¿En qué consisten estas soluciones? ¿Qué se puede esperar de ellas exactamente? Echemos un vistazo...
Reciclaje químico: los plásticos vuelven a nacer
Reciclaje químico: los plásticos vuelven a nacer

El big bang de los residuos plásticos

La tecnología de conversión es la más valorada por los productores de polímeros. Implica un largo proceso de tres etapas: en primer lugar, el craqueo de los residuos produce hidrocarburos, estos se someten a continuación a un proceso de craqueo con vapor para obtener los monómeros, los cuales posteriormente serán polimerizados. No obstante, su principal ventaja es que permite procesar residuos que son demasiado complejos (productos multicapa, multimaterial, etc.) para los procesos de reciclaje mecánico.

Reciclar lo irreciclable

La empresa española Repsol está muy interesada en el reciclaje de poliolefinas tales como el PE (polietileno) y el PP (polipropileno) para producir nuevos polímeros que sean capaces de ofrecer todas las garantías necesarias para el uso alimentario o sanitario. Para ello, la empresa ha optado por la conversión mediante pirólisis y ha manifestado el objetivo de reciclar en unos años, 100 000 toneladas anuales de plásticos actualmente considerados no reciclables.
La alemana BASF es también pionera en el desarrollo de nuevas aplicaciones para polímeros reciclados mediante pirólisis al ensayar productos tales como envases para mozzarella, piezas de nevera transparentes y cajas aislantes como parte de su programa Chemcycling.

Plastic Energy, una innovadora empresa emergente altamente cortejada

Otro importante proyecto es el de la empresa saudí Sabic y la británica Plastic Energy, que han lanzado la construcción de una planta de reciclaje químico de considerables dimensiones en los Países Bajos con una inminente puesta en funcionamiento prevista para el próximo año. La empresa saudí confía en que la colaboración con Plastic Energy le permita aumentar la producción de plásticos reciclados mediante la utilización de su tecnología de pirólisis (Tac) que convierte los residuos sucios o contaminados en un aceite denominado Tacoil. Tacoil es un aceite reciclado que podrá utilizarse para fabricar etileno y polipropileno, dos componentes esenciales de los plásticos. Una vez refinados, estos aceites permitirán producir polímeros con propiedades equivalentes a las de estas resinas vírgenes. Los polímeros resultantes serán adecuados para el contacto con alimentos, un aspecto de gran interés para los actores implicados en el sector de los envases alimentarios.

Fotografía: banco de imágenes

Gracias al proceso de pirólisis de Tac, hoy es posible fabricar propileno o etileno reciclados que pronto podrán utilizarse en la producción de envases de alimentos.

Sabic no es la única interesada en la tecnología desarrollada por Plastic Energy. Dos importantes grupos petroquímicos como Ineos y Total también han aunado sus esfuerzos con este especialista en reciclaje químico con el objetivo de construir de manera conjunta plantas de reciclaje similares a las de los Países Bajos en otros lugares de Europa. Estas plantas también producirán Tacoil, el cual será utilizado como materia prima en sus propios procesos de producción de polímeros reciclados.

Vynova, un nuevo tipo de PVC

En noviembre del año pasado, Vynova anunciaba con orgullo el lanzamiento del primer PVC fabricado a partir de etileno circular. El etileno reciclado es un producto secundario del proceso de conversión de residuos plásticos en la planta Geleen de Sabic, en los Países Bajos. Esto ilustra claramente cómo esta tecnología hace posible la fabricación de polímeros como resultado de someter otros polímeros a procesos de reciclaje químico.

Fotografía: banco de imágenes

El PVC, tanto el rígido como el flexible, es un polímero especialmente valorado en el sector de la construcción. Gracias al proceso de conversión, es posible reciclarlo químicamente y utilizarlo de nuevo para fabricar ventanas, revestimientos de suelos, tuberías, etc.

Además de ser el monómero del polietileno, el etileno es también uno de los precursores de otros tipos de plásticos como, por ejemplo, el PVC. El PVC producido de esta manera, ya sea flexible o rígido, ha demostrado ser un polímero que satisface los mismos exigentes requisitos de rendimiento y calidad que las resinas de PVC convencionales. E incluso los mejora, ya que la fabricación de PVC a partir de etileno reciclado emite, según ha declarado Vynova, un 50 % menos de CO2 que los procesos que utilizan las materias primas fósiles convencionales.

La empresa estadounidense Dow ha manifestado un gran interés en relación con las espumas de colchones de poliuretano. Para más información, puede leer nuestra entrevista haciendo clic en el enlace.

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