Materiales imprescindibles para el atrezo
Materiales imprescindibles para el atrezo
Las películas de acción siempre son espectaculares, pero, aunque los especialistas todavía pueden impresionarnos, esto se debe en gran parte a los materiales expandibles que utilizan. Los grandes saltos y caídas de las películas son actividades que requieren de extraordinarias habilidades técnicas y de efectos especiales, pero también de buenos materiales. Los especialistas necesitan protección para poder volver a levantarse después de cada caída.
No existe nada mejor para este propósito que los polímeros. Los protectores de espalda utilizados para las escenas de acción peligrosas físicamente están hechos con una capa de polipropileno, que le confiere dureza, junto con un elemento de absorción de impacto, normalmente de poliuretano expandido, que aporta la máxima comodidad y seguridad. Pero los especialistas de cine no solo caen, a menudo también tienen que realizar saltos de más de diez metros de altura, lo que normalmente requiere un aterrizaje bien acolchado.
Estos airbags profesionales suelen estar hechos con un film de material polimérico estratificado, habitualmente de poliamida, a fin de garantizar el aterrizaje más seguro posible para el especialista.
Del cartón piedra a las escayolas poliméricas
Ni escenarios de cartón piedra ni rodaje en estudio; la era de Maciste ya pasó a la historia. ¿Qué ha cambiado? ¡Los materiales! De los años 50 a esta parte, las técnicas de construcción de escenarios de películas han evolucionado rápidamente gracias a los avances en el sector químico. Los constructores de escenarios utilizan tableros de conglomerado, plásticos y novedosas pinturas de secado rápido.
Desde los años 70, los materiales como el poliestireno expandido y las resinas termoformadas han sustituido para siempre los escenarios de cartón piedra de las grandes epopeyas. Ahora los escenarios se construyen generalmente con escayolas poliméricas, a base de yeso y látex. Con este material, tanto los escenarios como el atrezo parecen de piedra, pero son mucho más ligeros. Esto significa que los escenarios de hoy son muchísimo más realistas que los de antaño. Además, son resistentes al fuego y al agua, de modo que es posible rodar escenas en el exterior del estudio, ¡incluso bajo la lluvia!
Un mundo entero hecho de plástico
En lugar de construir determinadas partes de los escenarios a escala real, algunos directores prefieren realizar maquetas en miniatura. Este era el caso de la saga de la Guerra de las Galaxias, en la cual la mayoría de los planetas eran maquetas hechas de poliestireno mediante un proceso de moldeo por inyección.
A menudo, algunos de sus elementos se realizan en otros materiales como, por ejemplo, el caucho, para crear ciertos detalles especialmente complicados y, posteriormente, se reproducen en plástico moldeado. Por ejemplo, el planeta Utapau, donde cuentan que se fundó la Orden de los Jedi, en realidad es una enorme maqueta de diez metros de diámetro. A fin de facilitar el rodaje, se cortó en dos mitades para acomodar a los dos equipos de técnicos que trabajaban en él de forma simultánea. El equipo fabricó también miles de litros de lava artificial utilizando un polímero natural con una base de polisacáridos que se utiliza en la preparación de batidos de leche. Extendida por la maqueta, esta mezcla generó un flujo de lava de 1,3 metros de ancho Los actores, primero fueron filmados sobre un fondo verde y, posteriormente, fueron integrados en la película de la maqueta.
Plásticos, monstruos & co.
El pionero de la animatrónica Carlo Rambaldi, apodado «el padre de E.T.», hizo su debut en Cinecittà Studios construyendo escenarios de cartón piedra, en los que introdujo materiales plásticos. En 1957, recién salido de Ferrara, le salvó la papeleta al director de White Knight, una película de serie B inspirada en la leyenda de Sigfrido, creando en dos semanas un dragón de madera mecanizado de 14 metros de largo recubierto de una capa de material y espuma de látex. Después de numerosas epopeyas históricas y otras películas de serie Z, su genialidad le llevó hasta Hollywood, donde crearía, en 1979, el terrible Alien de Ridley Scott y, posteriormente, el encantador E.T. de Spielberg, utilizando estructuras metálicas recubiertas con piel de poliuretano.
En 1991, Rambaldi, igual que sus homólogos norteamericanos Rick Baker y Robin Bottin, creador del primer Robocop, a partir de fibra de vidrio y gomaespuma, debieron de pensar que Terminator 2, creado exclusivamente mediante medios digitales, anunciaba el fin de su profesión, hasta que Spielberg decidió, dos años más tarde, tras dudar entre la animatrónica y la animación por ordenador, combinar ambos enfoques para el T-Rex de Parque Jurásico.
A través del cristal
Bruce Willis, caminando descalzo sobre cristales rotos para escapar de las garras de los odiosos esbirros de Gruber. ¿De qué nos suena? La Jungla de Cristal, la película en la que se rompen más cristales que en un banquete cosaco. ¿Cuáles debieron ser los costes, en términos de destrucción y heridas, causados por aquellas peligrosas escenas? Solo los de la resina de poliuretano que se utilizó. No se necesitó a ningún operario sobrenatural para rodar esas escenas; Bruce, con un poco de sangre falsa en los pies, ¡lo hizo fenomenal!
Esta resina, diseñada para romperse con los impactos, resulta imprescindible en muchas escenas peligrosas y efectos especiales y está considerada el material perfecto para un amplio rango de objetos que deben hacerse añicos: ventanas, botellas, cristales, etc. En los platós de rodaje, llegan a usarse inmensas cantidades de este material, ya sea transparente o coloreado. Y el primer premio es para 007, que entró en el Libro Guinness de los Récords por romper, en el Palacio de Hielo de Muere otro Día, seis toneladas y media de resina de poliuretano.
Armas no letales
El nuevo género de películas sobre epopeyas históricas, espadachines o fantasía heroica ofrece a los expertos en armas y los diseñadores de atrezo un amplio abanico de oportunidades para demostrar su talento, de acuerdo con las normas tácitas sobre las contiendas cinematográficas: realismo, comodidad y seguridad. De ahí el frecuente uso de materiales anacrónicos.
En El Gladiador, por ejemplo, Cómodo y Máximo luchan con corazas recubiertas de piel. Pero una está hecha de caucho y la otra de espuma de látex. Se fabricaron varios originales con diversas versiones: limpia, sucia, salpicada de sangre, etc. Para la película Juana de Arco de Luc Besson, ganadora del César 2000 al mejor vestuario, Mediev´art, empresa especialista en materiales compuestos de matriz orgánica, creó una gran variedad de cascos y armaduras hechos de fibra de vidrio y resina de poliéster metalizada.
El taller neozelandés Weta, encargado de armar un sinfín de éxitos de taquilla de Hollywood, ha fabricado ya más de 15 000 armas blancas. Fue capaz de proporcionar a cada uno de los combatientes de Narnia varios modelos de armas específicamente adaptados para ajustarse a la forma de cada cuerpo. Para las escenas especiales en las que los actores debían adoptar poses muy realistas, se utilizaron espadas igual de pesadas que las armas medievales, hechas de hierro forjado, con grabados en las hojas y empuñaduras elaboradas con maderas nobles. Copias menos peligrosas, hechas de aluminio y con empuñaduras de uretano, se utilizaron para rodar escenas y tomas evitando agotar a los actores. Sin olvidar aquellas espadas, ballestas y armas varias hechas con uretano flexible para que los especialistas pudieran lanzarlas sin peligro.
Llueva o nieve, polímeros
No es fácil rodar en exteriores, a no ser que el mal tiempo convenga para el desarrollo de la historia. ¿Cómo se puede evitar este problema? ¡Invirtiendo en polímeros! Para recrear el mal tiempo, ya sea un cielo encapotado, un día lluvioso o incluso un huracán, todo lo que se necesita es un acuario. Agua salada, agua dulce, se añade una mezcla de látex diluida con pintura y ¡eureka! Las diferentes densidades permiten conseguir la combinación de tonos de nubes deseada. Y luego... ¡a rodar!
En la misma línea, ya no es necesario pasar dos horas rodando 35 tomas en pleno frío junto al Círculo Polar Ártico solo para filmar una escena en la nieve. La mayoría de los copos de nieve que caen por nuestra pantalla están hechos de polietileno. A veces, el efecto conseguido no es muy realista, ¡como en Eduardo Manostijeras! Por este motivo, generalmente se utiliza un proceso basado en un polímero superabsorbente (SAP), idéntico al utilizado en los pañales. La presión osmótica provoca que el grano de polímero se hinche y forme un gel traslúcido que tiene exactamente el mismo aspecto que la nieve.
Las resinas allanan el camino hacia una fortuna en productos spin-off
Tan solo un pequeño paso separa el atrezo y los escenarios de las películas de las figuras y otros productos spin-off. Georges Lucas lo tuvo claro, y gracias a ello los juguetes de La Guerra de las Galaxias han sido una buena fuente de ingresos para él.
Las naves espaciales diseñadas para las películas se crearon en los talleres de modelización Lucasfilm. La mayoría de ellas tienen una estructura de madera recubierta con láminas de plástico o paneles de materiales compuestos (hechos de resina epoxi y fibra de vidrio). Algunos detalles básicos de pequeñas piezas de plástico adheridas a las carcasas de las naves les dan un toque de realismo.
Una vez terminada la película, el negocio de los spin-off forma parte de la promoción e incrementa los royalties con los generados por réplicas y maquetas.
Los personajes de La Guerra de las Galaxias también impulsaron la moda por la colección de figuras, tanto móviles como estáticas, fabricadas en PVC o resina de poliéster.
Espadas luminosas y polímeros
La historia de las espadas luminosas de La Guerra de las Galaxias tiene mucho que ver con la de los polímeros. Las primeras espadas luminosas eran simples bastones cuyo efecto luminoso se creaba a través de la rotoscopia.
Hasta ahí, nada que destacar fuera de la pantalla. En El Retorno del Jedi, las espadas luminosas se convirtieron en barras de carbono. Al cabo de los años, con la innovación y el progreso, el mango pasó a fabricarse con tubos de resina y aluminio, hasta ser reemplazados por una fibra de carbono desarrollada especialmente para la película.
Estos elementos de atrezo se reforzaron porqué se rompían con frecuencia durante las escenas de combate. Pero mientras las espadas luminosas iniciales no eran más que juguetes de plástico, no se tardaría mucho en sacar al mercado la espada auténtica.
En efecto, la empresa norteamericana Wicked Laser, fabricantes de láser especializados, ha producido una espada luminosa con un mango y hoja de policarbonato idéntica a la de La Guerra de las Galaxias. Georges Lucas era un visionario. Gracias a los plásticos, ¡sus ideas se hicieron realidad!