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Los datos de la humanidad almacenados en un búnker noruego

Los datos de la humanidad almacenados en un búnker noruego
Los datos de la humanidad almacenados en un búnker noruego

¡El aislado archipiélago noruego de Svalbard oculta un secreto muy especial!

En el interior de una montaña helada, a medio camino entre Noruega y el Polo Norte, la isla de Spitsberg aloja desde hace 10 años la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, el congelador más grande del mundo. El objetivo de esta «Arca de Noé para plantas» es proteger frente a conflictos y desastres naturales la biodiversidad de la flora mundial en forma de semillas (más de un millón de variedades de plantas de cultivo hasta la fecha) y, de este modo, garantizar la supervivencia de las plantas de cultivo existentes.

El 27 de marzo de 2017, la isla de Spitsberg recibió una nueva incorporación, el Archivo Mundial del Ártico, un lugar diseñado para proteger los datos globales frente a desastres naturales y conflictos. El soporte en que se almacenan los datos es una película de poliéster especial que ha sido desarrollada por Piql, la empresa noruega que ha creado el centro de datos junto con la empresa estatal de minas noruega SNSK. Su objetivo: ¡preservar la historia de la humanidad!

Un centro de datos en una antigua mina de carbón

Lejos de cualquier actividad humana y de los efectos del cambio climático (de momento), en un área totalmente desmilitarizada, se conserva nuestra historia cultural y científica registrada en un medio más duradero que los discos duros dentro de una antigua mina de carbón protegida por gruesas rocas y permagel. Las condiciones de almacenamiento en el interior de esta antigua mina son perfectas. Dentro de la bóveda la temperatura se mantiene a -18 °C durante todo el año. Esta bóveda gigante se ha construido a 120 metros de profundidad y se ha diseñado especialmente para resistir desastres naturales como terremotos, asteroides, enfermedades y sequías, así como desastres creados por el hombre como, por ejemplo, guerras.

Noruega se considera un país digno de confianza, y la ubicación de la bóveda cerca del Polo Norte ofrece unas condiciones geológicas y climáticas favorables para la conservación. Además, su acceso es difícil, por lo que un ataque por sorpresa sería prácticamente imposible.

Datos almacenados en una película de poliéster

El propio medio de almacenamiento es bastante especial. Los datos no se guardan en discos duros, sino que se «imprimen» en películas fotosensibles similares a las que se usaban en las cámaras fotográficas. Los datos mundiales, ya sean en forma de texto, fotografía o video, se almacenan en estas películas flexibles de poliéster de 35 mm, revestidas por una capa protectora, y posteriormente se guardan bajo tierra en cajas fuertes.

Piql es una empresa especializada en la grabación de datos en forma de grandes códigos QR en soportes tipo película, en este caso, en un microfilm diseñado para durar al menos 500 años.

El método tiene, no obstante, un inconveniente: el tamaño. Un carrete de 40 cm de diámetro puede alojar solamente 120 GB de datos. Esta es una cantidad bastante pequeña teniendo en cuenta que una tarjeta microSD del tamaño de una uña permite alojar el doble de datos.

El propósito de esta ubicación ultrasegura es permitir que los gobiernos, organizaciones, empresas e individuos dejen un registro de toda la información, documentos y datos relativos a la historia de la humanidad y, de este modo, preservar esta enorme biblioteca para las generaciones futuras: una herencia digital de datos muy valiosos para el mundo entero.

mas información :
www.piql.com/arctic-world-archive

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