Una barrera de burbujas para contener los residuos plásticos marinos

Después de celebrar eventos de recogida de plásticos durante paseos en barco, acaban de lanzar, en colaboración con el Departamento Regional de Aguas y una empresa emergente, un nuevo sistema fácil y asequible que consiste en una barrera de burbujas que atrapa los residuos y los redirige hacia las orillas de los canales donde luego pueden recogerse. La primera «Gran Barrera de Burbujas» del mundo se ha instalado recientemente en una ubicación estratégica: el canal de Westerdock, situado al final del histórico sistema de canales de Ámsterdam. 

Una barrera de burbujas para combatir los residuos flotantes

La barrera de burbujas está formada por un tubo largo perforado hacia el interior del cual se impulsa aire. Se coloca en el fondo del canal y, por lo tanto, no constituye un obstáculo físico para barcos y peces. Sin embargo, al bombear aire hacia el tubo se crea una cortina de burbujas que dirige la basura y los residuos desde el fondo del canal o la superficie del agua hacia las orillas.

Al colocar dos cortinas en disposición diagonal, la barrera de burbujas evita que los residuos plásticos se vayan flotando aguas abajo y acaben en el océano. Los residuos se redirigen hacia unos contenedores situados a lo largo de las orillas donde pueden recogerse fácilmente usando, por ejemplo, cintas transportadoras. A continuación, los voluntarios del proyecto «Aguas Limpias» analizarán los residuos recogidos.

Este sistema, que ha sido diseñado para redirigir hasta un 80 % de los residuos hacia los puntos de recogida, funcionará las 24 horas del día, todos los días de la semana, durante un periodo de tres años. Philip Ehrhorn, coinventor de la «Gran Barrera de Burbujas» y cofundador de la empresa emergente que lleva el mismo nombre se muestra esperanzado: «Más de dos tercios de los residuos plásticos vertidos al océano proceden de ríos y canales. Si queremos interceptar estos residuos, ¿por qué no empezar a hacerlo aquí?»

Ríos sin plásticos

En mayo de 2017, la barrera de burbujas se ensayó en las instalaciones del instituto de investigación neerlandés Deltares. Algunos meses más tarde, la empresa puso en marcha un experimento a escala real de tres semanas en el río IJssel utilizando una barrera de burbujas de 200 m de longitud, que demostró la capacidad del sistema para funcionar bajo todo tipo de circunstancias.

El proyecto «Gran Barrera de Burbujas» espera exportar sus cortinas de burbujas a localizaciones estratégicas a escala mundial, en especial a Asia, que alberga ocho de los diez ríos que más residuos plásticos transportan del mundo. Dado que más de dos tercios de los residuos plásticos vertidos al océano proceden de los ríos, el hecho de ubicar estas grandes barreras de burbujas en algunos de estos ríos podría tener un enorme impacto en la reducción de la contaminación marina.

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https://thegreatbubblebarrier.com/en/