El sentido de los plásticos

Un buen olfato para los plásticos

La utilización de los polímeros para seducir los otros sentidos (oído, olfato y gusto) es un cometido menos evidente y a menudo más indirecto. Sin embargo, los polímeros tienen un papel en esos ámbitos ciertamente importante, en especial por lo que se refiere al sentido del olfato. Sabemos que cada persona tiene un ADN y unas huellas dactilares únicos. También nos consta que las fuerzas policiales de todo el mundo pueden tomar tales huellas e incluirlas en las bases informáticas de datos. Sin embargo, en general, pocas personas son conscientes del hecho de que también tenemos una huella olfativa única.

Todos tenemos una huella olfativa, que puede recogerse en un tubo de plástico.

Cada individuo tiene un olor corporal propio que tan solo ciertos animales como, por ejemplo, los perros, son capaces de reconocer. Actualmente, la gendarmería francesa está investigando esta cuestión con el objetivo de crear en última instancia una base de datos consistente. Este es un desafío importante porque, aunque el cruce de los datos de huellas dactilares y ADN puede arrojar resultados con una fiabilidad cercana al 100 %, todavía entraña un grado de incertidumbre significativo.

La adición de datos de huellas olfativas haría que el margen de error fuera prácticamente inexistente. Algunos podrían considerarlo como un método para tenerlos todavía más controlados, mientras que otros lo pueden ver como una nueva forma de demostrar su inocencia. Son muchas las personas que han sido puestas en libertad varios años después de los hechos como resultado de los avances en las pruebas de ADN.
La gendarmería todavía está probando este nuevo procedimiento. Por este motivo, la participación en el proyecto hasta ahora ha sido solo mediante voluntarios. Ha sido necesario desarrollar receptores olfativos para recoger los olores propios de cada individuo. Es aquí donde los polímeros entran en escena, puesto que se utilizan en los tubos de plástico destinados a recoger los olores (aunque su composición es un secreto celosamente guardado). Se pidió a los voluntarios que frotaran sus manos durante 20 minutos, que es el tiempo necesario para que los tubos se empapen del olor. Una vez recogidos, los compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles presentes en la piel se extraen mediante desorción térmica, se analizan y luego se procesan estadísticamente para definir la huella olfativa de cada persona. Continuará.

Los polímeros son responsables del «olor a coche nuevo»

Los polímeros son particularmente adecuados para transmitir olores. Actualmente, es relativamente fácil incorporar moléculas olorosas en los objetos de plástico. La ventaja de esta técnica es que permite difundir olores durante un largo periodo de tiempo. Una rociada de espray oloroso tendría un efecto similar pero el olor se disiparía en pocos minutos o, en el mejor de los casos, en algunas horas.

Algunos fabricantes de automóviles utilizan esta técnica para integrar microcápsulas que contienen el «olor a coche nuevo» en los plásticos de los salpicaderos. Se observó que a los conductores les gustaba el olor a coche nuevo y que les gustaba sentir este olor al sentarse al volante. Aunque dicho olor aparece de forma natural en los vehículos nuevos, suele disiparse en tan solo unos días. Al reproducirlo químicamente e incorporarlo a las piezas de plástico se puede prolongar el olor durante varios meses, aunque en ese momento ya no se produzca de forma natural.

La compra de un nuevo vehículo es un momento realmente especial para nuestros sentidos, en particular para el del olfato. Algunos fabricantes incluso incorporan microcápsulas que contienen el «olor a coche nuevo» en los plásticos de los salpicaderos.

 Pureza de sonido a través de los plásticos

La madera y el metal han sido considerados como los únicos materiales nobles capaces de transmitir un sonido puro, ya fuera en los instrumentos musicales o en los altavoces. Sin embargo, esta idea ha perdido vigencia como resultado de los avances técnicos en el sector de los plásticos en las últimas décadas. Todos recordamos aquellos reproductores de música con los que disfrutaron tantos adolescentes, aunque la calidad de su sonido en ningún momento podía rivalizar con sus homólogos de madera. En esa época los plásticos facilitaron el acceso a instrumentos para principiantes a precios muy asequibles. De hecho, esta era su única ventaja por aquel entonces.

Desde hace ya algún tiempo, los polímeros y los materiales compuestos han demostrado su capacidad para producir sonido. Son pocos, por ejemplo, los fabricantes que siguen usando ébano. En la década de los cincuenta empezaron a sustituirlo por ebonita, especialmente en los instrumentos de práctica.

La proporción de materiales compuestos en los instrumentos musicales profesionales es cada vez mayor con el propósito de lograr un sonido perfecto

Estos instrumentos resultaban más asequibles y contribuyeron al acceso al aprendizaje de un instrumento para todo el mundo. El hecho de que el sonido que producían fuera de una calidad aceptable facilitó el cambio. Posteriormente se utilizaron otros polímeros, y el famoso Buffet Crampon empezó a vender clarinetes de calidad profesional cuyos cuerpos estaban hechos en un 95 % de fibra de maracuyá reciclada, fibra de carbono y resina epoxi.

Es este caso, el objetivo no era fabricar un instrumento de bajo coste sino conseguir la perfección desde el punto de vista del sonido.
Esta filosofía también la comparte Kawai, un prestigioso fabricante japonés de pianos cuyos mecanismos están hechos en parte de ABS (acrilonitrilo-butadieno-estireno). Otras marcas también de excelente calidad han logrado sustituir la tradicional caja armónica de arce por un nuevo material compuesto hecho de fibras de carbono, fibras de madera y resina epoxi. Los fabricantes de instrumentos de cuerda se sumaron también a esta corriente. El resultado es que numerosos violines, en especial los modelos eléctricos, incorporan resinas para reducir su peso y hacerlos más económicos. Finalmente, sería imperdonable no mencionar el caso de los altavoces, especialmente los modelos portátiles tan de moda actualmente, cuyas carcasas de ABS reproducen muy satisfactoriamente sonido de alta fidelidad.

Polímeros: integridad garantizada

Hay que admitir que los plásticos no ofrecen ninguna aportación en el ámbito de la mejora del sabor. Sin embargo, sería injusto no mencionar aquellos envases plásticos que, si bien no mejoran el propio sabor de los productos que contienen, al menos tienen el mérito de hacer todo lo posible para evitar que este se altere. Esta es una de las razones por las que los fabricantes de productos alimenticios y cosméticos generalmente eligen polímeros a la hora de crear sus envases.

Existen sin embargo otras razones para ello, puesto que los polímeros son los que mejor bloquean a las bacterias y el oxígeno, responsables de que los productos alimenticios y cosméticos se degraden rápidamente. El uso de polímeros les ayuda además a controlar la generación de residuos.

Los envases de plástico contribuyen a la reducción de los residuos plásticos. Hasta la fecha, no se ha encontrado ningún material que supere a los plásticos en su función como barrera frente a las bacterias y el oxígeno.