iMac G3: una redonda y colorida revolución
Hay un antes y un después del iMac.
Antes de su lanzamiento, los ordenadores personales eran simples y feos cubos, angulados y sin color... hasta que llegó el día 6 de marzo de 1998, la fecha en que Steve Jobs presentó la última novedad de Apple: el iMac G3 Bondi Blue.
El primer ordenador del mundo con puertos USB integrados que lo convertían en un ordenador todo-en-uno, algo inaudito en ese momento, con una carcasa de ABS transparente de color «Bondi Blue» (en referencia al color del océano en la playa Bondi Beach en Australia), un ratón con forma de disco de hockey, un monitor CRT de 15 pulgadas y una forma redondeada: el G3 Bondi Blue propició el fin de la hegemonía de los tristes y convencionales ordenadores de color beige que predominaban hasta entonces.
Un año más tarde, Apple amplió la gama con otros cinco colores, una prueba más del rotundo éxito del dispositivo. De hecho, su éxito ayudó a revitalizar la empresa californiana cuyo estado de cuentas no era precisamente muy boyante antes del retorno de Steve Jobs en 1977. Con su iMac, el ex primer ejecutivo de Apple democratizó el concepto de un ordenador todo-en-uno y puso de relieve la importancia de incorporar un diseño elegante, catapultando a la empresa hasta lo más alto del mercado a escala internacional.