Una cubierta retráctil para el Roland Garros
Este año, de forma excepcional, el torneo del Grand Slam que debía disputarse a finales de mayo se ha aplazado hasta el periodo comprendido entre el 20 de septiembre y el 4 de octubre de 2020. ¡Por lo que la necesidad de contar con una cubierta que proteja de la lluvia y el mal tiempo resulta todavía más apremiante!
Ubicado al oeste de París, el Roland Garros era el único estadio del Grand Slam sin techo: muchos de los partidos que se jugaban allí debían interrumpirse a causa de la lluvia o la falta de luz.
Unas alas de lona y acero en homenaje al famoso aviador Roland Garros
Se trata de once alas de acero retráctiles, con una envergadura de 100 m, 3 m de altura y 330 toneladas de peso cada una, diseñadas y fabricadas por la empresa italiana Cimolai. Suministradas in situ en forma de kit, las alas se montaron en la misma pista central del Roland Garros y posteriormente se izaron hasta colocarlas sobre los raíles deslizantes situados por encima de la pista. A continuación, se cubrió cada una de las once alas con una tela translúcida e impermeable para conseguir un techo retráctil que cubre por completo una superficie total de 1 ha. «Inspirándose en el biplano del aviador francés Roland Garros, los componentes de la cubierta fueron diseñados emulando las alas de un avión, por lo que se refiere a la forma, los materiales utilizados y la estructura», según contaron DVVD Architectes y DVDD Ingénieurs, las dos empresas asociadas encargadas del diseño del techo móvil.
Una cubierta retráctil hecha con un material compuesto transparente
Se seleccionó las lonas creadas por la empresa Serge Ferrari, especializada en materiales compuestos flexibles, para cubrir las áreas interiores y exteriores de las alas retráctiles, lo que representa un total de 25 000 m² de lona.
La parte externa está cubierta con una membrana de PVC revestida y de altas prestaciones, denominada Flexilight TX30, que es impermeable y ultra resistente a las inclemencias del tiempo, permite el paso de la luz natural y a la vez garantiza unas propiedades acústicas óptimas mientras está el techo cerrado.
El interior se encuentra forrado con una tela de poliéster revestida de PVC (Alphalia Silent AW) que absorbe el 65 % del sonido, lo que permite garantizar unas propiedades acústicas óptimas en los días de lluvia.
En total, la cubierta, que quedó completamente instalada a finales de febrero, después de un periodo de fabricación que duró dos años, seguido de ocho meses de instalación, cubre una superficie de 1 ha; el sistema puede desplegarse en tan solo 15 minutos. Por supuesto, el techo retráctil también «protege» por la noche. Los partidos que estén programados para última hora de la tarde podrán jugarse hasta el final, aunque no haya suficiente luz en el exterior, puesto que el techo está equipado con un sistema de iluminación.
Mas información :
www.sergeferrari.com/es