Swatch, el pequeño reloj de plástico que revitalizó el sector del reloj en Suiza
Aunque el gran público identifique el nombre de Swatch con los alegres y asequibles relojes de calidad suiza, este nombre realmente denomina al mayor grupo de relojería del mundo. El nombre representa también la revolucionaria historia de un reloj de plástico que salvó a la industria relojera suiza.
Como es sabido, la llegada del Swatch tuvo lugar a finales de los setenta, un momento en que el sector relojero suizo estaba inmerso en una crisis como consecuencia de la fuerte competencia de los relojes de cuarzo japoneses.
Ernst Tomke, director de la empresa ETA, encargó a Elmar Mock y Jacques Müller, dos de sus ingenieros más jóvenes, el diseño de una línea de productos que costaran tan solo 5 francos suizos (7 euros en 2016), mientras que el reloj más barato del mercado en ese momento costaba 15 francos (21 euros en 2016).
La pareja de ingenieros diseñó un reloj de plástico con un mecanismo muy simplificado, integrado por 51 piezas en lugar de las 91 piezas de un reloj de cuarzo convencional. El reloj no podía abrirse y, por tanto, no era posible repararlo, por lo que debía tener una calidad irreprochable. Podía fabricarse en serie utilizando una maquinaria altamente automatizada, mientras que los distintos modelos eran fácilmente identificables gracias a los diferentes colores de las correas, el diseño de la esfera, etc. Esto significaba la posibilidad de comercializar el reloj tanto para el público juvenil como para el adulto, masculino o femenino, siendo además adaptable a las nuevas tendencias de cada temporada. La gran solvencia desde el punto de vista técnico se combinó con una brillante estrategia comercial: el Swatch no se lanzó al mercado como un reloj sino como un accesorio de moda. Y se desató la revolución Swatch, o cómo un pequeño trozo de plástico salvó un pilar fundamental de la economía suiza y recuperó el atractivo de la que está considerada como la mejor industria relojera del mundo.
El primer Swatch se lanzó al mercado suizo el 1 de marzo de 1983 y el nombre de este reloj de plástico pasó a ser el nombre de todo el grupo empresarial, líder indiscutible del sector, que posee 18 marcas ilustres tales como Breguet, Blancpain, Omega, Longines, Tissot y Calvin Klein. El Grupo Swatch siguió creciendo para convertirse en el mayor grupo de relojería del mundo.