Reciclaje de plumas de insulina: un programa innovador
Su objetivo era mejorar la calidad de vida de las personas que sufren diabetes al eliminar la necesidad de usar las aparatosas jeringuillas de vidrio. Casi cuarenta años más tarde, la pluma de insulina es un compañero inseparable de las personas afectadas por esta enfermedad. Pero la gestión al final de la vida útil de estos dispositivos desechables compuestos por un 77 % de plásticos (PP, POM, PC/ABS) plantea algunos problemas. Al no poder depositarlos en el contenedor de reciclaje de plásticos por razones sanitarias evidentes, en la mayoría de los casos son incinerados.
Un proceso de economía circular
Resolver la cuestión del final de la vida útil de estos productos para que pasen de ser residuos a ser recursos es el desafío asumido por Novo Nordisk, una empresa sanitaria danesa centenaria que distribuye anualmente 600 millones de plumas inyectoras desechables en todo el mundo, lo que equivale a más de 12 000 toneladas de plástico. Para ello, acaba de anunciar el lanzamiento en Francia de Returpen™, un programa pionero de recuperación y reciclaje de plumas inyectoras desechables. La iniciativa, desarrollada hasta el momento en otros tres países –Brasil, Dinamarca y Reino Unido–, se circunscribe en el marco de la política medioambiental de Novo Nordisk «Circularidad hacia el cero». El programa lleva dos años funcionando en Dinamarca y ha permitido recuperar 77 000 plumas, mientras que en Reino Unido se han reciclado 15 000 plumas desde su lanzamiento en noviembre de 2021 y se espera llegar a las 700 000 de cara a 2023. El proyecto se encuentra asimismo en fase de desarrollo en Estados Unidos, Japón, China, Alemania e Italia.
Reciclar y valorizar millones de plumas inyectoras de insulina
Concretamente, el paciente puede recibir un envase de reciclaje en una farmacia participante en el programa o solicitar que le envíen uno gratuitamente en el sitio returpen.fr. Después de utilizarla, solo debe retirar la aguja y colocar la pluma dentro del envase de reciclaje o el sobre. A continuación, puede devolver el envase a la farmacia o reenviar el sobre por correo postal. Las plumas son entonces recopiladas y transportadas a Dinamarca, donde la empresa asociada Zirq Solutions las tratará y reciclará mediante el procedimiento industrial específico que ha puesto en marcha a fin de reciclar hasta el 85 % de los materiales y reutilizarlos en la fabricación de muebles. Hay, una empresa de diseño danesa de renombre mundial, se encargará de crear estas sillas de plástico reciclado, cada una de ellas fabricada a partir de 120 plumas usadas. Al mismo tiempo, gracias a otro diseñador, el vidrio de los frascos de insulina desechados se fundirá para emprender también una nueva vida, en este caso en forma de globos de lámpara.
Novo Nordisk espera en el futuro poder evitar el transporte hasta Dinamarca gracias a la implantación de un proceso de reciclaje en Francia, y se ha fijado el objetivo de recoger, de cara a 2024, 5 millones de plumas de los 25 millones utilizados cada año en dicho país.
Mas información :
https://www.novonordisk.com