PTFE, PVC... Los polímeros llenan los estadios

Cubiertas de PTFE, asientos de polipropileno, techos de PVC… Los plásticos son de gran utilidad para el diseño y la construcción de los estadios de fútbol. Sin ellos, serían mucho menos funcionales y ecológicos.

Césped artificial mejor con plásticos

Como en el caso del balón, el césped de un estadio es a menudo objeto de mucha discusión. Y con razón, ya que es una de los elementos centrales del estadio para los jugadores. Debe ser llano, liso y suficientemente húmedo como para permitir el deslizamiento. En este ámbito, como es tradición, durante mucho tiempo los campos de futbol ingleses fueron los más verdes. Tanto es así que, al igual que sus jugadores, los mejores especialistas en el cuidado del césped también se cotizaban con precios muy altos. Sin embargo, no todos los clubes pueden permitirse el lujo de adquirir ese talento, y mucho menos cambiar su césped cada año. ¡Solo el césped representa alrededor del 1 % del coste de un estadio!

Algunos estadios optaron por el césped artificial, que apareció por primera vez en los años sesenta. En aquella época, se componía de finas tiras de poliamida ancladas en un tejido de látex y poliuretano. Aunque estos primeros céspedes eran satisfactorios, pronto fueron mejorados. La poliamida fue reemplazada por polipropileno y polietileno, polímeros más resistentes cuyas tiras fueron recubiertas con silicona y plantadas en una mezcla de polipropileno expandido y gránulos de caucho sintético generalmente derivados de neumáticos usados. Éstos le confieren elasticidad y facilitan la evacuación del agua. Son eficaces, le dan a la pelota un mejor rebote y aceleran el juego, pero los jugadores pueden sufrir abrasiones en caso de una caída o un deslizamiento. Últimamente se ha debatido mucho sobre los gránulos de caucho. La tendencia actual consiste en sustituir los neumáticos triturados por pequeños gránulos de EPDM (caucho de etileno propileno dieno o Ethylene Propylene Diene Monomer en inglés), un polímero inerte cuya coloración blanca limita los rayos infrarrojos del sol y, por lo tanto, evita el sobrecalentamiento del césped.

Gracias a las microfibras sintéticas, el césped artificial ha mejorado en los últimos años.

Durante la Copa del Mundo, todos los campos de juego estarán hechos de césped natural debido a la cantidad de dinero invertido. Sin embargo, la selección del césped es importante, sobre todo en países como Catar, donde las temperaturas superan regularmente los 40°C. Existe una solución, sin embargo, y una vez más traída por los polímeros. Consiste simplemente en reforzar las briznas de hierba. Para ello, el césped natural se planta en un sustrato compuesto de corcho, arena fina y microfibras sintéticas en el cual el césped echa raíces envolviéndose alrededor de las fibras. ¿Cuál es la naturaleza de ese polímero? Imposible saberlo por el momento, ya que los fabricantes se niegan a revelar sus secretos.

El techo de PVC del Estadio Olímpico de Múnich: el precursor de los techos de los estadios de fútbol

Los plásticos ganan la partida Hace décadas que se dominan las técnicas de cobertura de los estadios para acoger a los jugadores y a los espectadores. Hoy en día parece trivial, pero habría sido difícil conseguirlo sin los polímeros. Aunque hablamos de techos, se trata obviamente de superficies transparentes o casi transparentes. Existen techos de cristal, pero estos no pueden cubrir grandes superficies como los estadios, debido simplemente a su peso. En cuanto al hormigón, aunque nada es técnicamente imposible, no se utiliza por razones obvias relacionadas con la luminosidad. A finales de los años 60, los hermanos Günter Behnisch y Frei Otto, arquitectos del Estadio Olímpico de Múnich, se fijaron en los polímeros.

Querían crear algo más que un simple estadio y querían un monumento que pudiera convertirse en un emblema de la ciudad. Su objetivo era reproducir el aspecto drapeado y la cadencia de una cadena de montañas en los Alpes. Decidieron erigir mástiles y colocar sobre ellos cientos de metros de un tejido de poliéster recubierto de PVC, un tejido impermeable lo suficientemente flexible como para soportar el viento. En total, se utilizaron 74.000 m² de ese tejido. Fue una proeza tecnológica para la época, en la que estaba todo por inventar; en la inauguración, el aspecto técnico fue lo único de lo que pudo hablar la prensa.

PTFE, ETFE, dos de los polímeros favoritos de los arquitectos por el toque elegante que aportan a los estadios de fútbol. Ligeros y fáciles de estirar, disponibles para cualquier nivel de diseño de fútbol.

ElDesde entonces, la mayoría de los estadios cubiertos se han revestido con policarbonato, un material ligero y transparente, o principalmente con PTFE (politetrafluoroetileno), más conocido bajo su nombre comercial de Teflón®. Sin embargo, aunque el término se utiliza comúnmente, una membrana de PTFE es en realidad un tejido de fibra de vidrio cubierto con PTFE. Este tejido traslúcido tiene todas las cualidades: soporta temperaturas extremas (de -70°C a +230°C), unas pocas gotas de lluvia son suficientes para limpiarlo y tiene una vida útil de casi treinta años. Mejor aún, refleja más del 73 % de la energía solar. Esto será importante en Catar, donde se celebrará la Copa del Mundo de 2022. De hecho, casi todos los estadios que se están construyendo en Catar en la actualidad estarán cubiertos con PTFE. 

Por último, no sería justo olvidar el ETFE (etilenotetrafluoroetileno), un polímero transparente y muy ligero. Este material se utilizó para revestir las paredes exteriores del Allianz Arena de Múnich, que acogió varios partidos durante la Copa del Mundo de 2006. Su transparencia podría convertirlo en uno de los materiales preferidos de los arquitectos, pero se considera más débil que el PTFE y, por lo tanto, más costoso con el paso del tiempo, ya que requiere más mantenimiento.

La construcción de las nuevas gradas en el estadio de Ekaterimburgo habría sido más difícil sin la ayuda de asientos de polipropileno

Hacer posible lo imposible Si lo que se buscaba era llamar la atención, no cabe duda de que se ha logrado el objetivo. La FIFA consideró que el estadio de la Copa Mundial de la ciudad rusa de Ekaterimburgo era demasiado pequeño. Reconstruir un estadio resultaba impensable, sobre todo por razones presupuestarias. Por lo tanto, los organizadores construyeron unas gradas temporales en el exterior del estadio tras haberlo abierto literalmente. El resultado es impresionante, aunque ligeramente aterrador. De hecho, las tribunas son andamios formados por miles de tubos metálicos con una capacidad de 9.000 asientos.

Se seleccionó un polímero para crear los asientos, muy probablemente polipropileno, un material lo suficientemente ligero como para permitir a sus creadores atreverse a construir tal estructura.

Un poco de sol para refrescarse

Una de las principales preguntas relacionadas con la Copa Mundial de Fútbol de 2022 en Catar es la siguiente: ¿Es posible jugar al fútbol durante noventa minutos bajo un sol abrasador? ¿Y qué pasa con los espectadores? Obviamente, los estadios estarán cubiertos, lo que proporcionará algo de sombra, pero no se puede garantizar que eso sea suficiente para bajar la temperatura a un nivel aceptable. Los cataríes han resuelto el problema instalando aire acondicionado en sus estadios. Sin embargo, ¿no es esto contrario a la lógica en un momento en que la mayoría de las naciones desean frenar el calentamiento global? En teoría, no, ya que la energía necesaria para alimentar los sistemas de aire acondicionado debería ser suministrada por el sol. Dado que los estadios están en fase de construcción, es difícil determinar qué tecnología se utilizará. Sin embargo, ya se han llevado a cabo experimentos similares en varios estadios de todo el mundo. El más famoso de ellos fue el realizado en el estadio Kaohsiung de Taiwán, que se cubrió con cerca de 9.000 paneles solares formados por células poliméricas específicamente diseñadas para ello. Los progresos realizados cada año en este área de la tecnología nos han llevado a creer que el rendimiento de este tipo de células habrá mejorado aún más para el año 2022. A este respecto, aun puede que Catar salga triunfante; además, al optar por los polímeros, el futuro país organizador ya se está colocando firmemente al lado de los constructores de estadios ecológicos, ya que la fabricación de esas células requiere menos energía que las células de silicio.

Cientos de miles de células fotovoltaicas de polímero cubren ahora algunos estadios de fútbol. Pueden producir suficiente energía para iluminar e incluso refrescar el estadio.