Palabra de experto 4 min

«Las mascarillas anti-COVID-19 son perfectamente reciclables si antes se descontaminan de forma adecuada»

Una entrevista con Jean-Marc Neveu, Director Ejecutivo de CDA Développement y Plaxtil, una empresa francesa de reciente creación que ha logrado desarrollar la primera técnica de reciclaje de mascarillas anti-COVID-19 desechables del mundo.
«Las mascarillas anti-COVID-19 son perfectamente reciclables si antes se descontaminan de forma adecuada»
«Las mascarillas anti-COVID-19 son perfectamente reciclables si antes se descontaminan de forma adecuada»

Los medios de comunicación internacionales han destacado durante los últimos meses el fenómeno Plaxtil, la primera empresa en reciclar mascarillas en el mundo. ¿Cuál es su método?

La decisión de reciclar mascarillas no surgió de la noche a la mañana. Contamos con una larga experiencia en el reciclaje de tejidos modernos hechos de fibras sintéticas.

Cuéntenos más sobre esta experiencia.

Nuestro recorrido se remonta bastantes años atrás. Dirijo otra empresa especializada en el moldeo de plástico por inyección que lleva ya treinta años en funcionamiento. Como profesionales de los polímeros nos preguntamos si tendría sentido encontrar una forma de reciclar la ropa cuando llega al final de su vida útil. Es importante señalar que, a pesar de la gran cantidad de puntos de recogida de ropa, solo una pequeña cantidad de las prendas recogidas llegan a reutilizarse.

Cerca de un 30 % se reutiliza en entidades benéficas y tiendas de segunda mano, un 20 % se recicla en forma de trapos y el resto simplemente se destruye, normalmente mediante incineración. En conjunto, esto representa aproximadamente... ¡100 millones de toneladas al año! No solo es un despilfarro, ¡sino también un desastre en términos medioambientales! Por este motivo, decidimos buscar la forma de convertir la ropa en una materia prima, partiendo de la premisa que estos tejidos podían incorporarse a otros polímeros para formar un nuevo material que fuera infinitamente reciclable y reutilizable.

 

 

¿Lo consiguieron?

Sí, aunque no fue fácil. ¡Requirió un largo proceso de prueba y error! Nuestro amplio conocimiento de los polímeros fue muy útil. Como he explicado, la idea era combinar un polímero virgen con fibras obtenidas a partir de prendas de ropa previamente trituradas. Decidimos no tener en cuenta la composición inicial de los tejidos, ya fuera poliamida, poliéster, algodón, etc. A partir de 2017 comenzamos a ensayar varias recetas incorporando hasta un 50 % de fibras textiles en la resina virgen. Luego vimos que era necesario separar las prendas de algodón de las sintéticas porque, a efectos de la calidad final, no era adecuado mezclar ambos tipos con el polímero virgen. Nuestro proceso de fabricación es confidencial.

 

 

Lo único que puedo revelar es que tuvimos que probar casi cada una de las familias de polímeros hasta dar con un resultado satisfactorio. Técnicamente, el reto estaba en transformar las fibras textiles en esferas o compuestos que fueran inyectables.

Nuestro secreto reside, por lo tanto, en la trituración y preparación de los tejidos para unirlos al polímero, así como la configuración de las máquinas de moldeado por inyección. Así de simple.

¿Qué aplicaciones prevén para este nuevo polímero?

Creemos en el círculo virtuoso de la economía circular y especialmente en los circuitos cortos. La protección ambiental es un proceso holístico y el reciclaje de plásticos y otros materiales es solo una de sus facetas. Enviar a China los plásticos que han llegado al final de su vida útil para reciclarlos y luego traerlos de vuelta para darles una nueva vida no tiene ningún sentido. Nuestra prioridad es organizar una forma de economía circular circunscrita en nuestra región. Los tejidos se recogen en los puntos de recogida de Audacie, una entidad local que promueve la integración social a través de la participación activa en la economía. Transformamos los tejidos para luego producir con ellos nuevos objetos.

 

 

 

Con el fin de crear una economía verdaderamente circular, estamos tratando de convencer a un agente importante del sector de la confección para que nos confíe la fabricación de sus perchas y otros objetos vinculados a su negocio. Por supuesto, estos objetos estarían fabricados a partir de prendas usadas del propio fabricante y huelga decir que las perchas estarían destinadas a tiendas cercanas al lugar donde se producen.

¿Utilizan el mismo proceso para las mascarillas anti-COVID-19?

Más o menos. Recordemos que las mascarillas están hechas principalmente de fibras de polipropileno, un polímero bien conocido y perfectamente reciclable.
Aplicando nuevamente nuestra filosofía de economía circular, decidimos utilizar el polímero de las mascarillas para fabricar tiradores de puerta, estructuras de viseras y máscaras. En resumen, objetos relacionados con la COVID-19. ¡Ya hemos reciclado más de 50 000 mascarillas!

 

En pro de una economía circular, las mascarillas recicladas se convierten en tiradores de puerta y estructuras de viseras.

 Fueron múltiples las razones por las que decidimos buscar un modo de reciclarlas. En primer lugar, por nuestro profundo conocimiento sobre el reciclaje de tejidos, pero también porque no soportábamos ver todas esas mascarillas «tiradas» por el suelo. Estamos convencidos además de que era posible darles una segunda vida. Creemos que es crucial tener en cuenta la vida útil de los productos que se fabrican en grandes cantidades, como es el caso de las mascarillas actualmente. Por último, pensamos que permitir que estas mascarillas permanezcan abandonadas sin control era un peligro para la salud pública.

Ya que lo menciona, pensábamos que no era posible reciclarlas... ¿no es peligroso?

Podría serlo, pero hemos tomado todas las medidas de precaución necesarias. La treintena de puntos de recogida existentes están equipados con un sistema diseñado eficaz y fácil de utilizar. En cuanto recibimos las bolsas, estas permanecen en cuarentena. Después, tras triturarlas, las mascarillas pasan por un túnel de desinfección donde se les contaminan completamente por acción de una luz ultravioleta de una longitud de onda corta. Estos rayos ultravioleta destruyen los virus y gérmenes, pero son inocuos para las personas.

Actualmente están en boca de todos. ¿Cómo se ven en el futuro?

¡Nos ha visitado hasta una cadena de televisión japonesa! Estamos abrumados por la enorme demanda que hemos recibido, pero no tenemos ninguna intención de reciclar mascarillas procedentes de otros lugares del mundo, ni tan siquiera de regiones distintas a la nuestra. Por otro lado, estamos dispuestos a «exportar» nuestra metodología con la condición de que se aplique dentro del marco de una economía circular local. En otras palabras, absténganse aquellos que busquen un lavado de imagen verde.

Si te ha gustado este artículo ¡te encantará el siguiente!