«El Polar Dome ha superado los límites de un simple refugio de emergencia»

Es usted el creador del Polar Dome, destinado a las personas que no tienen un hogar. Existen varias soluciones en este campo. ¿Por qué es esta «vivienda» distinta de las demás?

¡Por muchas razones! De hecho, nuestro concepto reúne los mejores logros alcanzados en este campo. Permita que me explique: el Polar Dome es tan ligero y fácil de montar como un refugio de lona, más resistente que uno de madera o metal y su huella de carbono es menor. Además, se sitúa en un intervalo de precios muy razonable. Creo que hemos encontrado el punto intermedio entre las estructuras de lona ultraligeras y los refugios de madera o metal. Además, cumplimos todas las normas de construcción en EE. UU. y estamos convencidos de que nuestros refugios tienen una vida útil de varias décadas. Esto puede parecer paradójico para un refugio de emergencia, pero... ¿por qué dar menos cuando podemos ofrecer más? Para nosotros, esto es importante porque el Polar Dome no es solo un refugio para personas sin hogar.

Tan ligero como la lona, más resistente que la madera y cumple la normativa vigente. ¿Qué materiales se han utilizado para fabricar el Polar Dome?

Para poder satisfacer todos los requisitos contenidos en las especificaciones, hemos recurrido a los polímeros: unos materiales ligeros, fáciles de mantener, resistentes y asequibles. La envoltura es de un material compuesto de resina polimérica y fibra de vidrio, los mismos materiales empleados para construir los cascos de las embarcaciones, que deben resistir el embate de las olas. Este material compuesto puede ser muy pesado, dependiendo del grosor, por lo que lo hemos reducido al mínimo. Las paredes de la cúpula tienen un espesor de apenas 4 mm. Su resistencia está ampliamente demostrada y además son muy fáciles de mantener.

El suelo está hecho de acrilonitrilo-butadieno-estireno (ABS), un polímero también muy fuerte que se utiliza para fabricar cascos de motocicleta y faros de automóvil. Por supuesto, las cúpulas están aisladas. Para ello, hemos optado por el poliestireno expandido, un material tradicional y eficaz en el campo del aislamiento térmico.

¿Por qué la forma de cúpula?

Porque es la forma óptima para reducir la resistencia al viento. Debemos recordar que estas cúpulas inicialmente estaban destinadas a funcionar como viviendas de emergencia, y en algunas regiones geográficas los ciclones son muy frecuentes. No queríamos que las víctimas de un ciclón vieran cómo sus viviendas provisionales eran destruidas por un segundo ciclón. Gracias a su forma esférica resisten rachas de hasta 300 km/h puesto que no ofrecen prácticamente ninguna resistencia al viento. Además, las cúpulas se pueden instalar fácilmente en regiones frías porque la nieve no se acumulará en el tejado y, por lo tanto, no hay riesgo de que este se hunda por el peso. Finalmente, esta forma la mantiene pegada al suelo, confiriéndole cierta resistencia a los terremotos. Este efecto se ve amplificado por la naturaleza elástica de los primeros, cuya flexibilidad es suficiente para evitar que se rompan o se desplomen.

La combinación de la forma de cúpula y los materiales poliméricos ha demostrado ser una fórmula ganadora. Los plásticos utilizados son fácilmente moldeables por lo que pueden adaptarse a cualquier forma. Si el material más idóneo hubiera sido la madera, la creación de una cúpula como esta habría sido una tarea enormemente complicada.

Por cierto, ¿cómo se montan?

Se pueden montar en tres horas por tres personas que no necesitan tener una cualificación específica. El Polar Dome se suministra como un conjunto de placas que simplemente deben acoplarse entre ellas... ¡un juego de niños! Y se desmontan en cuestión de minutos. Las placas se almacenan en posición horizontal y, debido a la naturaleza de los polímeros, no es necesario preocuparse mucho por el mantenimiento.

Aparte de las personas sin hogar, ¿quién más los está utilizando actualmente?

¡Mucha gente! Pero antes me gustaría explicar que, en el año 1992, cuando tuve la idea de crear esta empresa, había muchos veteranos de guerra sin hogar en Estados Unidos. Esta situación me parecía intolerable y pensé que realmente había que hacer algo por ellos, especialmente en Los Ángeles, donde la comunidad de veteranos sin techo es especialmente numerosa. Así que empecé a buscar información sobre viviendas para refugiados y pensé que podíamos mejorar el concepto porque ninguna de las que encontré en el mercado me pareció totalmente satisfactoria.

Quería crear un nuevo tipo de refugio que fuera económico, resistente y pudiera montarse rápidamente en cualquier parte del mundo. Como he explicado, el Polar Dome es el resultado de una intensa reflexión sobre la forma, la elección de materiales y la técnica de montaje. Nos pusimos a trabajar en busca del mejor concepto dentro de este campo y creo que, a día de hoy, posiblemente podamos afirmar que... ¡lo hemos conseguido!

Volviendo a la pregunta, diría que, 30 años más tarde, hemos superado con creces todos nuestros objetivos. Nuestras cúpulas no solo se utilizan ampliamente por personas sin hogar, sino que además varias organizaciones humanitarias como Médicos sin Fronteras las han convertido en hospitales de campaña, principalmente en África. Para hacerlo posible, tuvimos que desarrollar un sistema que permitiera unir varios refugios.

También se los ofrecimos al ejército de Estados Unidos, que los utiliza como alojamiento provisional durante las operaciones exteriores o como estaciones de investigación en el Ártico. Podemos encontrarlos incluso en algunos cámpines... Así que, si bien no esperábamos que les surgieran tantísimas oportunidades, ciertamente acertamos en su diseño