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Un cono icónico

Son tan omnipresentes que es difícil imaginar un mundo sin ellos. O pensar que hubo un tiempo en que no existían. Los conos de señalización, cuya razón de ser es llamar la atención, forman parte de nuestra vida cotidiana y nuestro paisaje urbano. Ellos también tienen su propia historia.
Un cono icónico
Un cono icónico

Antes de su invención, se utilizaban barreras y trípodes de madera para marcar los puntos peligrosos en la carretera. No eran fácilmente visibles y se rompían con frecuencia. Además, era necesario montarlos para cada proyecto y su voluminosidad dificultaba el almacenaje.

Un cono de 80 años

El estadounidense Charles D. Scanlon, que trabajaba como pintor de calles para la ciudad de Los Ángeles, harto de tener que reparar y repintar constantemente las barreras y trípodes convencionales, diseñó un cono de caucho que resultaba muy visible y fácil de mover, y que permanecía intacto después de recibir un golpe o deformación. Esto sucedía en 1942. Había nacido el primer cono.

En 1943 se registraba ante el Street Department de Los Ángeles la primera patente de un cono de señalización. En ese momento el cono se cosía a partir de pedazos de neumáticos viejos. Este «marcador de seguridad» fue diseñado para remplazar las barreras rígidas con el objetivo de reducir los daños a los vehículos así como los riesgos para las personas que realizaban trabajos en la carretera.

En 1947, el cono fabricado en caucho comenzó a producirse en serie convirtiéndose en un elemento imprescindible para la circulación vial.

En las carreteras británicas, los conos de circulación se utilizaron por primera vez en 1958, con ocasión de la construcción de la primera autopista del país, la M6. Algunos años más tarde, en 1961, el ingeniero británico David Morgan diseñó los primeros conos de plástico.

El cono todo de plástico naranja y blanco...

Actualmente, los conos 100 % de plástico están hechos principalmente de PVC –cada vez más, reciclado– con un pie reforzado de polietileno o de caucho (aunque algunos son también de polipropileno). Generalmente son de color naranja y blanco y están provistos de dos bandas que pueden ser o no retrorreflejantes según el lugar y la duración de la utilización (día o noche).

Gracias a su forma llaman la atención, resultan estables y son fáciles de apilar y trasladar. Otra ventaja es que pueden fabricarse en grandes cantidades y a un bajo coste. 

Función fundamental para la seguridad y la visibilidad de las zonas peligrosas

Si bien es uno de los conceptos de seguridad más simples que existen, también es uno de los más utilizados.  Esta señalización vial temporal se instala principalmente alrededor de las obras o de los accidentes. Los conos impiden que el usuario circule por una parte de la calzada o la acera donde se están realizando operaciones de construcción o de socorro.

Permiten que la zona delimitada sea visible desde lejos, independientemente de las condiciones meteorológicas, o señalizar la circulación a fin de proteger a los usuarios de la red vial al permitirles anticipar su recorrido. Se disponen en diagonal sobre la calzada antes del obstáculo a señalizar.

Se estima que actualmente se utilizan en todo el mundo unos 140 millones de unidades. Además de su función de señalización vial, hoy en día los conos se utilizan en techos, canchas de deporte, pistas de atletismo o parkings.

Del cono al icono

Más allá de ser un simple objeto de señalización, el icono se ha convertido en uno de los inventos más «emblemáticos» de los Estados Unidos y se ha desarrollado una curiosa subcultura en torno a ellos y a sus numerosas utilizaciones poco ortodoxas e irreverentes.

En Glasgow, Escocia, un cono vial de plástico naranja y blanco corona desde hace 40 años la estatua ecuestre del Duque de Wellington. Tras aparecer una noche de borrachera, con el paso del tiempo, el «hombre con cono en la cabeza» se ha convertido en un signo distintivo de la capital escocesa e icono antisistema de la ciudad.

En Montreal, el color naranja se ha impuesto como un símbolo humorístico de la ciudad en referencia a sus perpetuas obras viales. El caricaturista montrealés Serge Chapleau lo ha convertido en un personaje del programa de ICI Laflaque llamado «Le cône» –juego de palabras basado en la similitud entre «tonto» y «cono» en francés.

Finalmente, el icono de señalización es el icono emblemático del software VLC Media Player, uno de los más utilizados del mundo.

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