Plásticos obtenidos a partir de biomasa para el nuevo reloj Casio
Plásticos sostenibles para una tecnología punta
Este reloj, bautizado como PRW-61, forma parte de la colección PRO TEK destinada a los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre. En lugar de utilizar plásticos convencionales para la fabricación de sus diferentes componentes, Casio ha optado por los plásticos de biomasa producidos a partir de semillas de ricino y de maíz. Estos materiales se encuentran en la carcasa, la correa y la parte posterior de la carcasa. Cabe recordar que la biomasa constituye una de las cinco familias de energías renovables, junto con la energía solar, la energía eólica, la energía hidráulica y la energía del interior de la Tierra o geotérmica. Lógicamente, el PRW-61 está equipado con una brújula numérica, un altímetro, un barómetro y un termómetro, y funciona con energía solar, al igual que el resto de los modelos de la colección PRO TEK.
Cuando innovación y circularidad van de la mano
Desde el inicio de su andadura en 1946, la marca japonesa siempre ha estado a la vanguardia. Fue la primera en crear, en 1972, los relojes electrónicos, cuya aparición revolucionó el panorama de la relojería. Diez años más tarde, en 1982, lanzó los primeros relojes que combinaban la visualización analógica y la numérica, y fue la artífice, en 1999, del primer reloj GPS del mundo. Algunos años más tarde introdujo el primer reloj-radio impulsado por energía solar.
En el marco de los objetivos de desarrollo sostenible, Casio ha incorporado una serie de iniciativas respetuosas con el medioambiente. Hoy, la empresa reúne en la concepción de sus modelos tanto las proezas tecnológicas que le han valido su actual reputación como el uso de materiales que ayudan a reducir el impacto medioambiental y las emisiones de CO2.