Monopatines únicos hechos reciclando tapones de botellas de plástico

Jonathan Morrisson ha aunado su pasión por los monopatines y sus convicciones medioambientales al crear unos monopatines hechos de tapones de botellas de plástico reciclados.

La idea de recuperar residuos de plástico y convertirlos en objetos nuevos no es revolucionaria en sí misma. Sin embargo, los Wasteboard de Jonathan Morrisson son especiales por cuanto los tapones de botella utilizados para fabricarlos permanecen visibles, mostrando el ADN de cada monopatín.

Dar valor a los residuos plásticos

Para materializar su idea, Morrison creó su propia empresa, la cual recoge tapones de botellas de plástico en los festivales de música o los adquiere de empresas que pescan tapones en los canales de Ámsterdam.

Los tapones no se trituran, sino que se colocan en unas prensas con forma de monopatín y, como si se tratara de un pastel, se meten en un horno. El plástico se funde, pero conserva el color y, tres horas más tarde, sale del horno un monopatín único, compuesto por entre 900 y 1000 tapones de botella.

Hornos de monopatín móviles

Actualmente, los monopatines se hornean en un hangar, pero en Wasteboard tienen grandes expectativas de cara al futuro: planean crear el primer horno de monopatines móvil para reconvertir los tapones de botella usados en grandes eventos musicales. El horno podría dar lugar a filiales o franquicias que fomentarían la sensibilización del público al difundir el mensaje de que es posible crear valor a partir de los residuos plásticos.

mas información : 
https://wasteboards.com/